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martes, 2 de octubre de 2012


LOS OVNIS Y LA CONEXIÓN OCULTISTA
Los contactos con los OVNIS han sido catalogados en tres tipos generales: «encuentros cercanos de primera fase» (CE-I), en los que se ve el objeto de cerca; «encuentros cercanos de segunda fase» (CE-II), en los que no solamente se ve al objeto, sino además sus efectos sobre el ambiente (como vegetación quemada, árboles partidos, animales asustados, etc.); y «encuentros cercanos de tercera fase» (CE-III), en los que se informa de la presencia de ocupantes en o alrededor de los OVNIS. A partir de todas estas y otras muchas evidencias de observaciones de OVNIS emerge con toda claridad el hecho de que, a pesar de lo confuso y contradictorio que es, hay algo que no sólo es extraño, sino que es posiblemente inexplicable dentro del marco de la ciencia y de la lógica tal como son entendidas normalmente. También está claro que cuanto más nos acercamos a los OVNIS, más extrañas se hacen nuestras experiencias. Las cualidades de esta singularidad deberían ser suficientes por sí mismas para abrir de par en par la posibilidad de que lo que está obrando es algo más allá del reino familiar de la naturaleza. Al considerar el elemento de singularidad que este fenómeno presenta, nos acercamos inevitablemente a una hipótesis que, si se comprende correctamente, tiene la virtud de integrar aspectos aparentemente dispersos del fenómeno OVNI a un sistema coherente de comprensión del mismo.  Debemos ahora investigar seriamente las ramificaciones del concepto de que los OVNIS y sus signos y maravillas con que se presentan sean debidos a las actividades de espíritus caídos y engañosos asociados a nuestro propio planeta.
Podríamos señalar de pasada que esta idea no se origina exclusivamente en el
cristianismo bíblico, aunque desde luego debe sus presuposiciones básicas a la visión bíblica del mundo. Consideremos, por ejemplo, las conclusiones de algunos investigadores seculares de OVNIS. Lynn Catoe, bibliógrafa decana de la Biblioteca del Congreso (de los EE.UU.), examinó unos 1.600 artículos y libros para preparar una bibliografía anotada sobre el fenómeno OVNI, y comentó en su introducción: «Muchos de los informes sobre los OVNIS que se publican ahora en la prensa popular relatan incidentes que son asombrosamente similares a la posesión demoníaca y a los fenómenos psíquicos que han sido conocidos durante mucho tiempo por los teólogos y por los parapsicólogos».  http://www.goodreads.com/book/show/4035993-uf-os-and-related-subjects
O, citando de la revista Flying Saucer Review: «Sin citar veintenas de casos conocidos, es posible darse cuenta de que las características arriba mencionadas que pertenecen a demonios aparecen una y otra vez en los informes sobre OVNIS».
John Keel, que afirma ser agnóstico, sugiere que la actividad de los OVNIS pueda ser «en realidad una farsa cósmica; una broma perpetrada por entes invisibles que siempre han hallado su placer en asustar, confundir y desviar a la raza humana».
Hasta Hynek y Vallee, los académicos con más credenciales, ofrecen la proposición de que las fantásticas características de los OVNIS «¡… pueden ser parte de todo un plan! Quizás hay una quinta columna de OVNIS… con todo el propósito de engañarnos …».  Keel basa su juicio, por lo menos en parte, sobre el hecho de que «los contenidos de aquellos mensajes (de los OVNIS) son idénticos a los mensajes que ya hace tiempo recibían los médiums y los místicos», y señala que:
La demonología no es simplemente una «chifladología». Es el antiguo y erudito estudio de los monstruos y demonios que según parece han coexistido con el hombre a través de la historia. Son miles de libros los que se han escrito sobre esta materia, muchos de ellos por clérigos cultos, científicos y eruditos, y son innumerables los sucesos demoníacos bien documentados que están a disposición de todos los investigadores. Las manifestaciones y sucesos que se describen en esta impresionante literatura son similares, por no decir completamente idénticos, al fenómeno mismo de los OVNIS.  Las víctimas de la demonomanía (posesión) sufren los mismos síntomas médicos y emocionales que los contactos de los OVNIS.
LOS DEMONIOS Y LA TECNOLOGÍA ESPIRITUAL
Los muchos mensajes, apariciones, y trucos psíquicos desplegados por los OVNIS y por sus contactos en la Tierra nos obligan a considerar los medios, así como los fines, de estas actividades. Constantemente a través de la historia, las disciplinas del ocultismo han manifestado fenómenos tales como la levitación, teletransporte de objetos, psicoquinesia, clarividencia, escritura automática, y «producción astral» de materia aparentemente a partir de la nada. Los demonios, como ángeles caídos, parecen retener todavía grandes poderes, tales como la manipulación y reestructuración de la materia, así como la capacidad de influenciar o controlar la conciencia humana y las experiencias mentales, por medio de la clásica posesión directa o por implantación psíquica directa de un conjunto de experiencias. Es probable que la mayor parte de las experiencias de rapto caigan dentro de esta última categoría, ya que los raptos no son casi nunca, o nunca, verificados por testigos.  En el libro de Andrija Puharich Uri se nos revela involuntariamente un raro suceso que muestra la manipulación demoníaca de la conciencia humana. Nos dice que recuerda que experimentó un conjunto de circunstancias que, como comprobó después, es imposible que hubieran sucedido. Expresa sus recelos en cuanto a la agencia «extraterrestre» detrás de sus experiencias de contacto (que se llama a sí misma «IS»):
Los sucesos de estos dos días me dejaron aplastado. Sarah y Uri experimentaron una secuencia, e ella y yo experimentamos otra, en el mismo marco temporal. Descubrí la verdad sobre el más profundo secreto de Uri, tuve un arma de fuego en mis manos que parecía real, y tuve una llamada telefónica que es real en mi mente hasta el día de hoy.  Pero, sobre todo, me di cuenta de que nosotros cuatro habíamos tenido una experiencia implantada en nuestras mentes por lo que solamente podía ser la agencia de IS. Al final llegué a comprender que, dada la existencia de IS, ya nunca más podría llegar a saber cuáles de mis experiencias estaban impuestas directamente sobre mí por IS y cuáles no.  Nunca me he sentido más sacudido en toda mi vida que cuando me di cuenta de todas las implicaciones de este poder de IS.
Aunque la Biblia no alimenta nuestra morbosa curiosidad sobre las actividades de los demonios, sí que nos da algunas claves generales sobre la esfera de acción general y el propósito de sus poderes. Génesis 6:1-4 describe una posible aparición de seres espirituales y su entremezcla con los humanos. Muchos eruditos piensan que la Torre de Babel (Gen. 11:1-9) fue esencialmente una empresa ocultista (astrología), de cuyos resultados Dios declaró que habría una forma de poder virtualmente ilimitado: «Este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible». (Gen. 11:6, Biblia de Jerusalén). La descripción bíblica de los «magos cortesanos» de Egipto trata sus consecuciones como algo más que simples conjuros trucados. La patente manipulación de materia-energía para transformar las varas de los magos en serpientes* (Ex. 7:9-12), como también la multiplicación prodigiosa de las ranas sobre Egipto por medio de encantamientos, son relatados sin ningún sensacionalismo, como una realidad indudable.  Asimismo, las cortantes denuncias del Señor contra Babilonia (Isaías 47) especifican su «multitud de hechizos» y reconoce sus «muchos encantamientos» (Isaías 47:13). De la misma manera, Él afirma que la sabiduría de Babilonia y su conocimiento eran bien reales, pero engañadores al final (Isaías 47:10). Estos poderes ocultos son, por lo general, reprimidos parcialmente por la voluntad de Dios, para Su gloria (Éxodo 8:18; Daniel 2:27).  No obstante, al final de los tiempos se anularán muchos de los impedimentos, y la raza humana experimentará manifestaciones sin precedentes de poderes sobrenaturales; tal como las hechicerías y encantamiento de los babilonios, serán poderes reales, pero engañosos —siendo el propósito y el resultado de ellos el de engañar y desviar a la humanidad. Jesús habló de la aparición de falsos Cristos y de falsos profetas, con su despliegue de «grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuera posible, aun a los escogidos» (Mateo 24:24). De una manera algo más específica, Juan el apóstol asume la realidad de las comunicaciones del reino espiritual que sirven a los propósitos del Anticristo (1 Juan 4:1-13).
LA INTERSECCIÓN DE DIMENSIONES: LA MECÁNICA DE LOS PODERES ESPIRITUALES
Un estudio serio que pretende tal grado de manifestaciones abiertamente demoníacas bajo la cubierta de las apariciones de OVNIS estaría incompleto sin una discusión de los medios que producen los fenómenos involucrados. John Keel adelanta una tesis que trata de explicar tanto la «volatilidad» de los OVNIS como su aparente solidez:
Los datos estadísticos… indican que los platillos volantes no son máquinas estables que precisan de combustible, mantenimiento y apoyo logístico. Son, con toda probabilidad, prodigiosas transformaciones de energía y no existen en la misma manera en que este libro existe. No son construcciones de materia.
El doctor Kurt Wagner, un físico que logró su doctorado en el campo de la teoría general de la relatividad, muestra su acuerdo con la valoración de Keel. En una entrevista con David Fetcho, de SCP, el doctor Wagner afirmó:
A partir de lo que sabemos que puede suceder en sesiones espiritistas y en actividades poltergistas, parece que estas fuerzas sobrenaturales pueden manipular la materia y la energía, extrayendo energía de la atmósfera, por ejemplo (lo cual se manifiesta en un cambio local de temperatura), manipulando materia para producir una apariencia de violación de la Segunda Ley (de la Termodinámica), y creo que mis sentimientos son que, a gran escala, esto es lo que es un OVNI. No estoy diciendo que esto es lo que un OVNI es, sino que esto es lo que podría ser. Me parece razonable que los OVNIS son violaciones a gran escala de la Segunda Ley en las que la energía es manipulada para tomar la suficiente apariencia de un campo de fuerzas que la hace parecer materia, y no obstante es tan sólo una concentración energética: no es realmente materia sólida en el sentido normal.
Hablando de OVNIS que aparecen y desaparecen repentinamente, o que cambian de forma, el astrofísico Jacques Vallee señala que «todo parece indicar que estos observadores de OVNIS hubieran visto proyecciones sucesivas, en nuestro espacio tridimensional, de objetos de dimensionalidad más alta». Se dice en ocasiones que los ángeles, demonios (o ángeles caídos), y el mundo espiritual constituyen una «dimensión» completamente diferente del «mundo de tres dimensiones» en el que nosotros vivimos.
¿Cuál es realmente el significado de estas referencias a «dimensiones más elevadas»? La mayor parte de nosotros estamos familiarizados con las tres dimensiones del espacio —longitud, anchura y altura. Utilizando estas tres coordenadas, nos es posible especificar la posición exacta de cualquier objeto en el espacio. Pero para localizar un suceso de limitada duración (tal como un accidente) precisamos de otra coordenada —la del «tiempo»—. Por esta razón, a veces se menciona al tiempo como la «cuarta dimensión». Nos podemos mover libremente por las tres dimensiones del espacio, pero no podemos controlar nuestro paso a través de la cuarta dimensión —somos criaturas con un «rumbo marcado» por el tiempo. Nuestra experiencia como seres humanos, existiendo en un mundo tridimensional, no nos da la capacidad de comprender el significado de las dimensiones más allá de las nuestras, y la mejor manera en que podemos describir las propiedades de la cuarta, quinta y sexta dimensión (y así ad infinitum), es mediante las matemáticas. Esto no obstante, una manera en que podemos adquirir una cierta comprensión de cómo nuestras dimensiones se relacionan con las otras es por analogía. Para hacerlo de esta manera, deberíamos intentar visualizar cómo nos relacionamos con un mundo de menos dimensiones que el nuestro.
PROPÓSITOS
Suponiendo que todo esto sea cierto —o por lo menos posiblemente cierto— todavía nos quedamos con el problema, algo tenaz, de descifrar las razones que se hallan detrás de los fenómenos que están siendo producidos. El problema de la motivación coordinada, como el problema de la intersección de dimensiones, puede llegar a ser bastante complejo. A partir de la perspectiva de Dios, una intención es el juicio, produciendo arrepentimiento y conversión en algunos, y engaño y endurecimiento en otros. El propósito de Satán es el de engañar y desviar a la humanidad en cuanto a la naturaleza de la realidad —seducirla a un esquema mental compatible con su intención de la construcción de su imperio psico-espiritual. A su vez hay varios aspectos en la consecución de este objetivo satánico. Como ya hemos observado en otro trabajo, «algunas de las obras de Satanás están dedicadas a desorganizar el reino de Dios y otras a organizar el suyo. Intenta destruir el verdadero conocimiento de Dios y la adoración de Él por medio de la detracción, confusión y mentiras. Está obrando para establecer una estructura que sea canal de su influencia tanto de manera positiva como negativa, dando favores a unos e intimidando a otros».
Jacques Vallee hace una clara valoración del sistema maestro causa de toda esta confusa y contradictoria evidencia —y llega muy cerca de la verdad:
Creo que cuando hablamos de las observaciones de OVNIS como si fueran ejemplos de visitantes del espacio estamos valorando el fenómeno desde un nivel incorrecto. No se trata de sucesivas oleadas de visitantes del espacio. Se trata de un sistema de control.
Vallee correlaciona las características de la actividad de los OVNIS («flaps» u oleadas) con los principios de la psicología conductista. Comienza señalando que, para enseñar un nuevo comportamiento,
el mejor programa de refuerzos es el que combine periodicidad con impredecibilidad. De esta manera, el aprendizaje es lento, pero continuo. Guía a un nivel superior de adaptación. Y es irreversible. Es interesante preguntarse si las características de las oleadas de OVNIS no tienen el mismo efecto que un programa de refuerzos (psicológicos).
La cuestión sobre la que todo gira es, naturalmente —si es que Vallee está en lo cierto, o cerca de la verdad— ¿qué es lo que «ellos» nos están enseñando? ¿Qué es lo que este «sistema de control» está destinado a controlar?
Los termostatos controlan la temperatura; los giroscopios controlan la dirección en que vuela un cohete. ¿Qué es lo que un fenómeno paranormal podría controlar? Sugiero que son las creencias humanas las que están siendo controladas y condicionadas. Los OVNIS son los medios por los cuales los conceptos humanos están siendo reestructurados.
Todas estas conjeturas parecen aventuradas (por lo menos para las mentalidades secularizadas) pero pueden ser acomodadas con toda facilidad dentro del marco de la visión bíblica de la realidad. Además, tienen una base muy firme. Pero enfoquemos la cuestión ahora desde otro ángulo, completamente diferente. Quizá podríamos hacernos la pregunta de cuál ha sido, de hecho, el verdadero impacto social, cultural e intelectual del interés por los OVNIS. Esta línea de investigación nos lleva a una conclusión similar, puesto que
con cada nueva oleada de OVNIS, el impacto social se hace mayor. Son más los jóvenes que se quedan fascinados por el espacio, con los fenómenos psíquicos, con las nuevas fronteras de la conciencia. Más libros y artículos aparecen, cambiando nuestra cultura …
Vallee es ambivalente sobre este cambio y las intenciones que se hallan detrás de ello. Por un lado, teme que un encuentro con la verdadera naturaleza de los OVNIS revelaría o «la enloquecedora simplicidad de un aparato de relojería sin tripulantes» o «una terrible monstruosidad sobrehumana, cuya sola contemplación volvería loca a una persona». Por otro lado, tiene la esperanza muy desesperanzada de que todo este montaje sea benigno, y que tenga la intención de guiarnos a «una visión más elevada del hombre». Mientras que percibe muy claramente la función de los OVNIS como una «trampa» psicológica, continúa deseándose la buena suerte de que sea «quizás una trampa amable, benevolente».
Pero esta esperanza es falsa. El sistema de control que él discierne correctamente es tan sólo un aspecto de lo que la teología bíblica llama «el sistema del mundo» —un diversificado sistema de manipulación bajo la influencia del «dios de este mundo», el «príncipe de la potestad del aire». Los mecanismos de control, tan complejos como son, parecen haber estado en plena actividad durante esta última década, y están comunicando variaciones sobre un mismo tema, una visión ocultista del mundo, a la gran masa no regenerada de la humanidad, a través de una aturdidora panoplia de medios y canales de información. A la ciencia misma la están arrastrando, aunque pataleando y chillando, al reino de la parapsicología. Al final, el simple peso de las masas de evidencia psíquica y de experiencias, tales como el mundo nunca las ha visto antes, provocará la alteración —o el colapso— de la ciencia que nosotros conocemos. El énfasis en datos y hechos dejará paso a la exploración de la «conciencia» (o subjetividad) como medio del control de la realidad; los fenómenos psíquicos, especialmente los OVNIS, recibirán el «imprimatur» de la respetabilidad científica. El reciente y abrumador triunfo de la película La Guerra de las Galaxias es un buen barómetro de la respuesta del público a los temas de ciencia-ficción. OVNIS, e inteligencias extraterrestres. Los estudios Paramount han anunciado para diciembre una película titulada Encuentros Cercanos en la Tercera Fase, que se refiere a contactos con «ocupantes» de los OVNIS, de lo cual trata la película. Con un gigantesco presupuesto de 12 a 15 millones de dólares, y con un manto de secreto sobre la producción, se asegura que la película hará un fuerte impacto cuando se exhiba.
Comentando sobre la transformación de la conciencia inducida por los contactos OVNI, John Weldon dice:
Creemos que los miles de casos de transformación representan un aspecto del plan final de los OVNIS. Son parte de un plan para empujar a secciones significativas de una entera cultura o mundo, a la aceptación del ocultismo, o a su participación en ello, y a una alteración colectiva de la visión del mundo. Todo esto como necesaria preparación de los sucesos que enmarcarán la venida del Anticristo.
Parece evidente que los OVNIS van a permanecer aquí. A la única conclusión que podemos llegar es que la frecuencia e intensidad de las observaciones y de los contactos se incrementará, llegando quizás a su clímax con el abierto aterrizaje, previamente propagandizado, de naves con sus tripulantes. Este último montaje, que se acercaría para muchas personas al umbral de la irrealidad, queda no obstante dentro de la capacidad demoníaca y de su «tecnología espiritual», tal como la entendemos. Muchos contactos afirman que los extraterrestres se manifestarán de manera visible y tangible en un momento determinado.
Aun si los OVNIS no aparecen en forma tangible de manera que todos los puedan ver y tocar, el mundo todavía se queda con el dilema de la Gallina Pequeña. La inclinación de la Gallina Pequeña a la paranoia fue utilizada contra ella por la Zorra Astuta, el «amistoso forastero», que le prometió llevarla por un atajo al palacio del rey. El atajo resultó ser la cueva de la Zorra Astuta, y la engañadora hizo un banquete con todos los que habían seguido a la Gallina Pequeña —y el «cielo que caía» era sólo piedrecitas en su tejado.
Una de las más terrible profecías del Nuevo Testamento se halla en 2 Tesalonicenses 2:9-12:
«La venida del inicuo irá acompañada del poder de Satanás, de todo género de milagros, señales y prodigios engañosos, y de seducciones de iniquidad para los destinados a la perdición por no haber recibido el amor de la verdad que los salvaría. Por eso Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira y sean condenados cuantos, no creyendo en la verdad, se complacen en la iniquidad».
No obstante, es con esta abrumadora visión que Pablo nos dice «pero nosotros debemos dar incesantes gracias», no solamente porque el Señor Jesús matará al inicuo con el aliento de su boca, y lo destruirá con su propia presencia (2 Tesalonicenses 2:8), sino porque «Dios os ha elegido desde el principio para haceros salvos por la santificación del Espíritu y la fe verdadera» (2 Tesalonicenses 2:13). El aviso de Pablo a nosotros que existimos en este torbellino de engaño es sencillo y directo:
«Manteneos, pues, hermanos, firmes y guardad las tradiciones que recibisteis, ya de palabra, ya por nuestra carta, (2 Tesalonicenses 2:15.)
AUTORES: MARK ALBRECHT y BROOKS ALEXANDER
Traducción del inglés:
Santiago Escuain





 
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