Vistas de página en total

sábado, 6 de diciembre de 2014

EL FIN DEL MUNDO Y LA SOCIEDAD TEOSÓFICA

El  FIN DEL MUNDO  Y  LA   SOCIEDAD  TEOSÓFICA 



                                                                 Gonzalo  Echeverri  Uruburu
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            
I

NTRODUCCION
Con  discernimiento podrá  el lector encontrar el hilo conductor  de estas páginas, que- lo sabemos- parecen  más bien farragosas, reiterativas   e incluso  a veces contradictorias. Pero la gran variedad de materias, de problemas y puntos de vista  que ha sido preciso  tener en cuenta  hace casi inevitable que mucho se pierda  en orden  para poder integrar en una visión de conjunto  la mayor cantidad de cuestiones que tienen que ver con la religión, con la filosofía, con la ciencia y también con el ocultismo , tratando al mismo tiempo de ver todas sus conexiones a veces  no tan evidentes .Y todo ello en el contexto de nuestra civilización, que para muchos, atraviesa la peor crisis de su historia porque  ha perdido su referencia a valores superiores , porque  no encuentra ningún sentido ni razón última a la vida humana ,porque carece, en una palabra, de orientación.
Reflexionando sobre estos graves problemas, necesariamente debemos preguntarnos ¿ hay alguna salida, hay alguna esperanza ? O como  lo pensaba René Guénon, el más implacable crítico del mundo moderno, ¿solo nos queda esperar su inevitable ruina?.
Este es un  asunto que queda abierto . Pero el hombre no puede nunca renunciar a  forjar su destino , sin renunciar también a su humanidad y al despliegue de sus grandes potencialidades en gran parte todavía desconocidas .Y si hemos  descubierto que la gran crisis obedece justamente al olvido de su auténtica identidad espiritual como lo han pregonado muchos pensadores y maestros,¿ no estará allí  la clave que nos permita superarla y evitar el colapso ,tan anunciado ,de nuestra civilización, el fin de nuestro mundo ?
Todos los que, de una manera  u otra , creemos  en la vigencia de  un orden superior de naturaleza espiritual  debemos orientar nuestro pensamiento y acción en esta dirección.Y es aquí donde encontramos que la antigua  sabiduría que pregona la Sociedad Teosófica  tiene una misión de alto valor , no sólo para ayudar a  recuperar la perspectiva de una milenaria tradición que  da sentido y valor  a  la vida , sino también para contribuir a la creación de un nuevo paradigma que  integre una renovada y auténtica religiosidad con el pensamiento racional y  el  conocimiento de la naturaleza de que  se ocupa la ciencia .Sólo esta visión holística podrá orientarnos en el caos que nos desconcierta y agobia y que puede destruirnos. Va en ello nuestro destino  como seres humanos y como sociedad.


                                                                                                                                                                        
1.Una  crisis  total
Por  primera  vez  en  la  ya larga historia  de la humanidad  vivimos bajo la amenaza  del colapso generalizado de nuestra civilización. Las armas nucleares , la destrucción de nuestro medio ambiente; las   catástrofes  naturales  provocadas por  nuestros abusos, la superpoblación  , las guerras y tensiones políticas, las crisis económicas de carácter planetario, en fin, hay una larga serie de eventos inquietantes  que  pesan como suspendidos sobre nuestras cabezas, preparados para producir sus letales efectos .Por su carácter  final,  podemos caracterizar esta crisis- usando un concepto de la teología cristiana- como escatológica,   es decir, del “ fin de los tiempos “  y su apocalipsis .
No se trata por tanto, de una crisis más, puede ser la crisis definitiva.
Como  ha mostrado Heidegger  , fuera de los factores que no están bajo nuestro control, se trata de una crisis de la cultura en la cual los valores tradicionales  se han depreciado profundamente o transformado   de manera  radical  afectando seriamente  el orden espiritual del ser humano . Nietzsche fue el patético profeta de esta crisis total  con sus ideas sobre La muerte de Dios y el envilecimiento de los valores humanos esenciales.
Esta crisis , por tanto, es profunda como  pocas  ha habido. Si lo esencial de toda cultura  es lo que el hombre piensa sobre si mismo : cuál es su origen, propósito  y destino , la negación de todo lo divino y trascendente que caracteriza  en gran parte a nuestro mundo ,puede conducir -tarde o temprano- a la negación  de todos los ideales, de todas las normas, principios  y fines. Es , en definitiva ,la negación de lo que permite  al ser humano elevarse a un orden superior .Nada de lo que da sentido, propósito y valor a la existencia del hombre  queda en pie; el filósofo germano lo caracterizó con una palabra cargada de acento destructivo, el nihilismo .
Después  de  la filosofía  ingenuamente  optimista   que pregonaba  el  progreso  indefinido de la humanidad , surgió  la filosofía existencialista  que no es más  que la constatación de este hecho tremendo :  el hombre y su vida  no tienen sentido .Es el absurdo de Heidegger, la naúsea de Sartre, la desesperación de Camus, la agonía de Unamuno y la  angustia de todos.
Nada  es el tope del mundano empeño y nada obscura….
Soledad que se cuaja  en negro manto/
 para envolvernos  en la sepultura
escribió el  pensador vasco.
El  racionalismo había planteado una firme confianza en que la razón, por si sola, podría dar cuenta del sentido  del mundo y de la vida. Pero sus desarrollos han llevado a la  radical negación de todo concepto que exceda los límites precarios de la experiencia sensible. Ni la razón ni la experiencia  ordinaria pueden colmar de sentido un mundo que, a todas luces, aparece como incomprensible. Un mundo, además, transido de miseria y  sufrimiento.
Ni las religiones tradicionales cargadas de mitos y creencias extrañas y  dogmas irracionales, ni la filosofía, extraviada en vanas especulaciones sobre temas que no dan ninguna respuesta a los problemas  más hondos de la vida, ni la ciencia  que apenas puede esbozar  vacilantes  hipótesis sobre una naturaleza enigmática , pueden dar respuesta a la crisis existencial del hombre. Lo que existe, es en último término infundado e ininteligible; no tiene ningún propósito, ninguna meta, ningún sentido.” ¿ No es una bagatela absurda -  se preguntaba Bertrand Russell el espectáculo de los seres humanos que sostienen un espejo ante ellos y piensan que lo que contemplan es tan excelente que prueba un propósito cósmico…?”.Claramente lo ha dicho Richard Dawkins, gran apóstol del materialismo contemporáneo : “ sólo somos máquinas de supervivencia, robots ciegamente programados para conservar unas moléculas  egoístas llamadas genes …” , y todo ello sólo como casual resultado de un caldo de aminoácidos calentado por electricidad. El Nobel Jacques Monod en su famoso libro  El Azar y la Necesidad lo expresó en estos términos desoladores :” Al fin el hombre ha llegado a saber que se encuentra sólo en la indiferente inmensidad del Universo, de la cual surgió por azar .En ninguna parte se decidió ni su destino ni su deber “
Ante  el fracaso de las explicaciones  últimas, hoy vivimos  en  el mundo del “pensamiento débil”   en el que las concepciones sistemáticas y totales no son bien vistas;  más bien se las considera  como reliquias de un pasado ingenuo. Sólo lo inmediato tiene algún sentido aunque muy precario, claro está; sólo lo que puede  comprobarse científicamente  es válido; lo demás, las creencias religiosas, las ideas metafísicas, los valores espirituales realmente no tienen razón de ser y son simples  “ exhalaciones de aire” . Pero esta sombría perspectiva ,por supuesto,  no  puede llevar  la paz  al corazón humano  que, a pesar de todo, sigue planteándose  en los momentos supremos las cuestiones fundamentales .Y ello a pesar  de  que el hombre se esfuerza por olvidar  su  condición con el trascurrir de lo cotidiano y su ideal del” consumidor satisfecho”  buscando  vanamente la salvación en los valores mundanos: bienestar , diversión,  reconocimiento. Trata  así  de habituarse a una vida sin raíces y  vive como suspendido en el aire al borde del abismo de la nada, instalado en la radical contingencia de su propia nulidad, aceptando, al fin,  el sin- sentido de su existencia en medio de una silenciosa desesperación. Intento a la postre  fallido porque como  lúcidamente  lo dijo  Victor Frankl,  el hombre puede soportar cualquier cosa, menos  el sentimiento  de  su propia falta de valor . Y este sentimiento  de carencia  de  sentido, el vacío existencial   que  el psiquiatra  austriaco  llamó “ neurosis  noogena”   es un grave trastorno  que agobia  no sólo  a muchos  seres  humanos, sino  a toda nuestra cultura. Y es, como no,  lo típico de nuestra crisis escatológica.



2. Lucha  entre  la  religión  , la   filosofía  y la ciencia
La crisis de la cultura que ha conducido a la crisis de la existencia del hombre y de su sociedad es  una crisis en la que la religión, la filosofía y la ciencia combaten fieramente entre si. El  desarrollo de la ciencia la ha enfrentado duramente con la religión que ,a sus ojos, ha revelado su carácter espurio, al tiempo que la filosofía no sale de sus divagaciones y no hace otra cosa que ahondar la crisis por su incapacidad de dar respuestas convincentes a las cuestiones capitales de la vida, lo que la inhabilita para  ser su guía  . El  filósofo alemán Ernest Cassirer ha puntualizado la gravedad de esta crisis que implica una verdadera anarquía del pensamiento humano : “ Es innegable que este antagonismo de ideas no representa únicamente un grave problema teórico sino que supone, al mismo tiempo, una amenaza inminente a todo el campo de nuestra vida moral y humana “.
Muchos  creyeron encontrar  en el pensamiento marxista la solución a la crisis de la cultura porque además de su racionalismo, es , fundamentalmente,  una mitología  salvadora en la que han arraigado las desmesuradas pretensiones de alcanzar   explicaciones totales desde  un punto de vista parcializado y  excluyente : el del materialismo , que  a lo sumo sólo podría satisfacer  las aspiraciones prácticas de  la vida , pero no  las más hondas  del ser humano. El reino de la sociedad sin opresión, sin clases, sin el pecado original de la propiedad privada, es , además, utópico y su  fracaso salta a la vista.
Nuestro mundo no puede comprenderse  sin apreciar  lo que ha significado la ciencia   a partir de su expansión  en el siglo XVII . Su impacto  en la mente de los hombres  ha sido hondo y duradero y se ha expresado  en  el  rechazo rotundo de todas las afirmaciones que se reputan  míticas , fantasiosas y absurdas  como lo son muchas  en las que se sustentan las religiones tradicionales basadas    en textos arbitrariamente considerados infalibles e inspirados  literalmente por la propia divinidad.
A  partir  de la nueva concepción heliocéntrica que desplazó a la Tierra  del centro del Universo, el conflicto se ha extendido a muchos otros campos como el de la teoría  evolutiva sobre el origen del hombre,  abarcando además  al pensamiento  filosófico  en el cual  el Dios antropomorfo  o cualquier otro  Dios  son firmemente recusados, lo mismo que el lugar preeminente del hombre  en el cosmos y  el propósito de su  vida como también la existencia del alma  y su supervivencia  después de la muerte, concepciones todas  ellas  que  en general se consideran  infundadas y fantásticas. Oigamos al barón de Holbach  , uno de los más caracterizados exponentes  del racionalismo francés  del siglo XVIII  : “ Nuestros teólogos  entretienen a sus  espectadores sólo con espíritus, inteligencias, sustancias incorpóreas ,potencias invisibles ,ángeles ,demonios virtudes misteriosas ,efectos sobrenaturales ,iluminaciones divinas, ideas innatas, etc. De creerles nuestros sentidos son completamente inútiles, la experiencia no es buena para nada ;  la imaginación, el entusiasmo, el fanatismo y los movimientos de temor que nuestros prejuicios religiosos hacen nacer en nosotros, son inspiraciones celestes, advertencias divinas, sentimientos sobrenaturales que debemos preferir a la razón, al juicio, al buen sentido. Después de habernos imbuido desde la infancia esas máximas tan propicias para  deslumbrarnos y cegarnos, les es fácil hacernos admitir los más grandes absurdos bajo el imponentes nombre de Misterios, e impedirnos examinar lo que nos dicen que debemos creer…..” . Por su parte B.Russell, adalid  del materialismo científico  puntualiza “ Entre la religión y la ciencia hubo un prolongado  conflicto del que hasta los últimos  años la ciencia salió siempre victoriosa….El  credo religioso  difiere de la teoría  científica porque pretende encarnar una verdad eterna y absolutamente cierta, mientras que la ciencia es siempre  provisional….los hombres de ciencia no piden que las proposiciones sean creídas porque alguna autoridad importante ha dicho que son verdaderas….”.Y  según Kant “ No hay ninguna posibilidad de establecer por los medios de la ciencia, una relación cualquiera entre el hombre y las verdades espirituales “
Todas estas  ideas  han forjado al mundo moderno y  han contribuido  decisivamente al desarrollo  del conocimiento  científico y de la técnica  .Pero  la represión de lo religioso ha  contribuido a la gran crisis. La religión como expresión de lo sagrado apunta a una realidad que da sentido al hombre al tiempo que lo trasciende, lo engloba  en el  todo, lo conecta a un orden superior de valor, a una significación que lo libera  del caos y del absurdo. Y al  repudiar  la religión, la cultura ha  roto también  con el sentido, el valor y  la significación  de  todo lo existente. Por  ello  nuestra  crisis  es la más profunda de todas cuantas  ha  vivido  la historia humana, una crisis final  como se ha dicho, que sólo puede  llevar  a la autodestrucción  si antes no surge  un nuevo paradigma integrador.  Mircea Eliade va al fondo del problema “ Toda  crisis existencial – escribió -  pone de nuevo sobre  el tapete a la vez la realidad del Mundo y la presencia del  hombre en el Mundo;  la crisis existencial es , a fin de cuentas “religiosa”, puesto que en los niveles arcaicos de cultura, el ser se confunde con lo sagrado”.
La idea del progreso  ha  entrado  en bancarrota y ella era lo único que podía  salvarnos: era la promesa de un mundo y de un hombre mejores  liberados física y moralmente tanto de las supersticiones del pasado  como de las privaciones  de la vida material . Pero ahora, después  de las espantosas guerras  del siglo XX  hemos descubierto  que no hay progreso verdadero sin un avance espiritual y moral .Este “ desencanto de la modernidad”  ha sido  expresado por Edgar Morin en estos  términos :  “ nuestra civilización, nacida en Occidente, soltando sus amarras con el pasado, creía dirigirse hacia un futuro de progreso infinito que  estaba movido por los progresos de la ciencia, la razón, la historia, la economía, la democracia .Ya hemos aprendido con Hiroshima que la ciencia  es ambivalente, hemos visto a la razón retroceder…hemos visto que no hay leyes  en la Historia que guíen irresistiblemente hacia un porvenir radiante…si la modernidad  se define como fe incondicional en el progreso, en la técnica, en la ciencia y en el desarrollo económico, entonces la modernidad está muerta”.El  prestigioso filósofo alemán J.Habermas lo expresa en estos términos :” A la razón secular le falta algo y sin esto, puede girar fuera de control”.
En este  contexto  es preciso  reconocer ,por tanto,  que  tenemos necesidad de recuperar las bases espirituales  perdidas  “ Las experiencias del siglo XX han demostrado  que no basta avanzar para marchar por la buena senda. Lo moderno tiene necesidad de lo antiguo…  en la tradición de la que tan apresuradamente nos hemos liberado, había  semillas  de futuro que se han olvidado, y que es menester desvelar, reconsiderar y recuperar….”  dice  el  sociólogo y filósofo italiano Franco Ferraroti   en su obra  Una fe  sin dogmas 
Es  sintomático  que justamente en la época  en que el  materialismo y  la irreligiosidad  triunfaban clamorosamente en todo el mundo occidental , el  espiritismo  cobraba , al mismo tiempo, un auge casi igual  de  avasallador.  Porque  es un  hecho  que  la represión  de una tendencia  profunda de la mente, conduce, tarde o temprano a la rebelión  y   a su  renovada  expresión aunque sea subrepticia  o espuria: “ La paradoja de lo sagrado parece precisamente consistir  en el hecho, empíricamente  comprobable, de que cuanto más  se racionaliza  una sociedad, tanto más se acrecienta en ella la sed, por así decirlo, de lo supramundano y lo invisible.”   , escribió  el citado autor .Y fue precisamente  en aquella misma época  cuando nació una organización que-  exhumando   una sabiduría  milenaria-  se propuso ante todo enfrentar esta crisis, no con inéditas fórmulas  sino con una  concepción primordial  totalizante  sobre el ser humano, su origen, propósito   y destino, es decir, abarcando precisamente los  aspectos fundamentales de la gran crisis de la cultura cuyas sombras ya aparecían : la  Sociedad Teosófica.
3. La  búsqueda  del  sentido.
¡Sólo un Dios podrá  salvarnos!, exclamó Heidegger  al contemplar la ruina de su patria . Es decir, sólo remitiéndonos a algo superior  podremos evitar el desastre. Por ello   se atrevió  a sugerir que más allá de la metafísica, tenemos que aventurarnos por los caminos de un pensar que es poesía o mística, difícil  empeño en un mundo anclado hasta sus más hondas raíces en lo material.
Volvamos  a Nietzsche  y  su admirable  y  agorera lucidez:  “ Lo que cuento es la historia de los dos próximos siglos. Describo lo que se avecina, lo que ya no puede sobrevenir de otra manera: el surgimiento del nihilismo… Este  futuro habla ya por cien señales, este destino se anuncia ya por doquier”... Y este nihilismo es según el filósofo alemán el convencimiento de la inanidad, de la incoherencia y sin valor de la realidad…..”.Pero ante tan desoladora concepción, es natural preguntarse, como lo  hace el filósofo y teólogo contemporáneo  Hans Küng, tan erudito como honrado : “ ¿todo en la nada, todo para nada?¿puede extrañar que cualquier otra alternativa me parezca mejor, más humana y más racional que esta enorme e incomprensible irracionalidad …?”
La  Sociedad Teosófica, surgida  en Nueva York  en 1875 , se propuso presentar una gran concepción del mundo para enfrentarla  a la supersticiones  y dogmas religiosos  de una parte, y  de  otra,  al materialismo  que alcanzaba la cumbre de su éxito en aquella  época. La Teosofía  escribió Annie Besant, inspirada  en las enseñanzas de H.P.Blavatsky , fundadora de la Sociedad Teosófica ,  es una sabiduría universal cuyo “ pensamiento fundamental es la creencia de que el Universo es, en su esencia espiritual : que el hombre es un ser espiritual en estado de evolución y desarrollo y que la humanidad puede progresar en la vía de la evolución por medio de un ejercicio físico, mental y espiritual adecuado ,haciéndola desarrollar facultades y poderes que la harán traspasar el velo externo de lo que se llama materia, y entrar en relaciones conscientes con la Realidad fundamental… La Teosofía es a la vez una ciencia, una filosofía y una religión…” Y mucho más que un cuerpo vastísimo de  conocimientos  metafísicos  es  una Gnosis, pues como lo explicó dicha autora “  Por el conocimiento íntimo de sí mismo el hombre se vuelve capaz de conocer la Vida Universal y suprema , puesto que el   Espíritu Humano es una parte del Espíritu  Universal (Dios ).”
Estas doctrinas, que tienen una larguísima  tradición , enseñan que el mundo material  debe explicarse por la realidad espiritual y no al contrario; que existe un Logos  o inteligencia suprema rectora de  todo lo existente; que el hombre  es una expresión de este  ser y que en su esencia es inmortal y  viene evolucionando en múltiples vidas de acuerdo con la ley de acción y reacción, el karma .La Teosofía, explicó Helena P.Blavatsky, constituye la religión de la sabiduría que fue siempre una y la misma   y que por tanto muestra la esencial unidad de todas las religiones y del género humano cuya fraternidad proclama. Elevadas enseñanzas que, es evidente, son precisamente todo  lo contrario de lo que proclaman las corrientes  materialistas, sean de estirpe positivista, existencialista  o  simplemente nihilistas.
Esta  Sociedad  tuvo una suerte azarosa y  se extendió  en medio de grandes crisis y tormentosas controversias. Sus objetivos  fueron sin duda  muy ambiciosos, casi diríamos que  utópicos como resultan de estas emocionadas palabras de H.P.Blavastky  : “ La Sociedad vivirá  durante todo el siglo XX .Penetrará gradualmente en la gran masa de la gente pensadora e inteligente con sus grandes y nobles ideas sobre la Religión, el Deber y la Filantropía. Romperá lenta pero seguramente las cadenas de hierro de los credos y de los dogmas, de los antagonismos de casta y de las preocupaciones sociales; destruirá las antipatías nacionales y de raza, y  abrirá  el camino  a la realización práctica de la Fraternidad entre los hombres…. Se librará  a la humanidad  de peligros  terribles  e inevitables, tanto mentales como  físicos….El  desarrollo mental y psíquico del hombre se  efectuará  en armonía  con su progreso moral, mientras que su ambiente material reflejará la paz y el buen deseo fraternal que entonces reinará  en su mente, en vez de la discordia  y de las luchas que por todas partes nos rodean hoy.”  Y  en el paroxismo  de su idealismo concluye :” Considerad todo esto, y decidme si soy  demasiado exagerada cuando digo que si la Sociedad Teosófica sobrevive y se mantiene fiel a su misión y a sus primitivos impulsos a través de los cien años próximos…la Tierra en el siglo XXI   será un paraíso en comparación de lo que es ahora.”
Pero dos espantosas guerras mundiales e innumerables conflictos han ocurrido después de haber sido plasmadas por escrito  estas elevadas y nobles aspiraciones. El siglo XX fue  como lo expuso uno de sus más atentos observadores , el historiador Eric Hobsbawn,” el más sangriento de la historia registrada” .Por ello, sin duda , una honda frustración  habría  lacerado el alma de los idealistas fundadores de la Sociedad Teosófica : estamos  muy  lejos del  idílico paraíso soñado por la  Maestra y sus discípulos.
Ante el colapso del racionalismo  y  el inquietante panorama de la crisis  que vivimos - a veces sin ser conscientes de ella-,  es  más que  indispensable, urgente , recuperar, en este nuevo ciclo de nuestra evolución, el firme  soporte  de la espiritualidad y de la religión purificada  de creencias  inaceptables. Y este es, justamente, como lo hemos visto, el gran programa  del movimiento teosófico que  en pleno auge  del pensamiento materialista  , la Sociedad Teosófica  se propuso: combatir  tanto la superstición de los viejos e insostenibles  dogmas religiosos como el materialismo  triunfante. Hoy podríamos agregar que le corresponde también batir sus armas contra otro enemigo más sutil e insidioso mucho más difícil de doblegar: el escepticismo. Y decimos esto porque ya los dogmas religiosos, ahora reinterpretados en su sentido simbólico ya no encuentran la credulidad de otras épocas  y porque el materialismo   ,ante los hallazgos de la ciencia, es cada vez más débil como filosofía, tanto que  se puede decir que el concepto de materia-en el que lógicamente se fundamenta - se ha” evaporado  en los laboratorios y en los grandes aceleradores de partículas”, como lo dijo  Koestler . Pero el escepticismo es  otra cosa: con su actitud corrosiva es capaz de disolver  no sólo los dogmas absurdos de las religiones, sino también cualquier creencia, cualquier convicción, cualquier valor. Y  la clase de evidencia que exige está mucho más allá de nuestras reales posibilidades, de nuestra experiencia corriente, de nuestros conocimientos empíricos. Hay muchas reflexiones que conducen  a la  duda y la incertidumbre, pero el escepticismo, aunque  nos libera  del funesto  fanatismo y de toda ingenua credulidad, como tal no puede ser una concepción de la vida ; esta  exige la afirmación y el compromiso  para orientarnos en el mundo y guiar nuestro comportamiento .El hombre necesita  desesperadamente tener confianza radical en su existencia   si no quiere autodestruirse;  y si en ocasiones maldice en secreto la vida, es porque-al menos en apariencia-ella  ha defraudado su vehemente demanda de orden, racionalidad y valor. Max Horkheimer  pensaba que “ el escepticismo, que en un tiempo representó la negación de las ilusiones vigentes ,hoy día sólo se opone  a la aspiración  a un futuro mejor…”
Tampoco la Teosofía  tiene verdades demostradas apodícticamente ;  tampoco sus  ideas son dogmas infalibles  e  incuestionables;  pero  su pensamiento si puede servir, justamente, de guía  y orientación porque  nos encamina hacia lo trascendente, hacia  lo permanente, hacia  el  verdadero ser tal como lo proclama la tradición más antigua de la cual la moderna Teosofía es  heredera. Y también porque da un principio de explicación racional, con sus doctrinas tradicionales  del karma y la reencarnación a muchos misterios  de la existencia .En palabras de Radha Burnier  :” el gran río del conocimiento vivificador seguirá  fluyendo. H.P:Blavastky habría sido la última en erigir una barrera y cortar la corriente o en pretender ser una autoridad final infalible “. Pero, sin ser dogmas, las doctrinas tradicionales  si pueden dirigirnos hacia la satisfacción de aquellas hondas  exigencias  del  alma humana  que al ser desconocidas  han creado la crisis de la cultura en que vivimos.
Notables pensadores modernos  comparten  esta aproximación. Hoy debemos aceptar los límites de la razón pero también podemos recuperar  los problemas metafísicos, no como hallazgos definitivos sino como apertura a posibilidades razonables  apoyadas en los conocimientos científicos y sobre precisos análisis fenomenológicos ,siguiendo con ello  las ideas  de filósofos como Husserl entre otros para, finalmente, acceder a lo que Popper   llamó  una  “ nueva y prudente metafísica “  . Podemos recuperar  el Absoluto viendo su reflejo en la naturaleza y la vida concretas. También la ciencia se aproxima al horizonte  en el que  lo  divino  se insinúa pues  como escribió  Max Planck “  el hecho de que las leyes naturales evidencien una razón apunta  a una Razón superior que las ha creado” , “  Y esto mismo es lo que también uno de los grandes campeones  del  ateísmo filosófico contemporáneo, el británico Antony Flew,  finalmente se vió  obligado a  aceptar  , después de toda una vida  de reflexión   :”Creo ahora que el Universo  fue traído a la existencia por una Inteligencia Infinita….tal es la imagen del mundo que,  en mi opinión, ha emergido de la ciencia  moderna…”,son sus palabras, idea del todo acorde con la tradición  pues en palabras de  H.P.Blavatsky “ Esta doctrina de que Dios es la inteligencia universal difundida en todas las cosas se encuentra en el fondo de todas las antiguas filosofías.”
La tarea de hoy no es la de llevar al hombre a convicciones absolutas, a concepciones  irrefutables y definitivas con su carga  de dogmatismo. Más  modesto, pero  más realista es mostrar, que, de acuerdo con muchas evidencias, lo espiritual como referencia a un orden de realidad no visible, es una posibilidad válida en muchos grados que incluso pueden llegar hasta la experiencia directa”, la  experiencia cumbre”  de que hablaba Maslow, el samadhi, de la tradición hinduista, el sartori del zen, la iluminación de la tradición mística   de todas las épocas y  latitudes. Lo decisivo es  mostrar que lo espiritual como tal, es una dimensión esencial de la vida humana-la fundamental en realidad- y que a ello confluyen todas las religiones, y también la filosofía  e incluso   las concepciones  más  más profundas de muchos científicos vanguardistas. Esta es la tarea que, precisamente, la Sociedad Teosófica se propuso adelantar y por ello sus doctrinas están llamadas  a ejercer una notable influencia en nuestra cultura si queremos salir  de la crisis que la asfixia.
4. Dioses y ateísmos
El orden divino que sustenta el mundo o la grandiosa idea metafísica  de Dios, ha sido, dígase lo que se quiera, fundamental  en toda cultura humana;  pero hay también  que plantearse honestamente esta pregunta ¿ es necesario creer en Dios y en qué clase de Dios ? ¿ No es esta una vana preocupación ?.Nietzsche  en su famosa declaración proclamó  la muerte de Dios  “ lo que se ha adorado como Dios…-  escribió - es algo deplorable, absurdo y dañino, no sólo como un error, sino como un crimen contra la vida …” Y el teólogo J.Ratzinger ( Benedicto XVI )  expresó  con sorprendente intensidad la angustiosa demanda de claridad  del hombre contemporáneo : “… si existes, Dios, tienes que mostrarte .Debes despejar las nubes que te ocultan y darnos la claridad que nos corresponde…”
Los argumentos  que sustentan el ateísmo en lo sustancial no han variado en siglos  : el Ser Supremo  es sólo una creación de la mente humana para explicar el origen misterioso de los fenómenos naturales ; una manera simplista de resolver todas las grandes dudas, un recurso ideal que permite solucionar artificiosamente los  problemas últimos; en  fin, una ficción inventada e imaginada  como una especie de superhombre cósmico  con toda clase de virtudes y defectos  humanos y atributos tan imaginarios como portentosos.  En suma, una creencia que nuestra mente ha necesitado debido a su gran limitación, pero que es cada vez  más superflua.
En efecto, para muchos  esta creencia  en  un Ser  Supremo  es infundada ya que  la ciencia va resolviendo cada más  profundamente los enigmas de la naturaleza  sin necesidad de acudir a explicaciones metafísicas .Si antiguamente el rayo era considerado como  la  expresión de la ira divina, hoy sabemos que tiene causas puramente naturales  y así  ocurre con todos los demás fenómenos  que podemos observar . Y desde el punto de vista  estrictamente lógico cabe preguntarse: si es indispensable que todo tenga un comienzo,  cuál es el origen de Dios? Es más ¿por qué el universo tuvo que ser creado? Y  si se  proclama  a Dios  como fuente de todo bien,¿ cómo podrá  justificarse el evidente mal que existe  en el mundo? Un mal tan hondo y letal que conduce a  Iván Karamasov  a renegar más que de  Dios mismo , de su obra . Y  como si lo anterior no fuera suficiente, los dogmas absurdos, el fanatismo, las innumerables persecuciones y guerras que las creencias  religiosas han generado con tanta frecuencia, llevan a la conclusión de que la religión deberá desaparecer porque  no es más que una invención humana, nociva en verdad porque ha llenado de terror la vida de millones de seres humanos y  ha justificado toda clase de infamias, de persecuciones y  de crímenes, verdad espantosa que proclama toda la Historia.
 Claramente: todos estos argumentos son serios y pueden ser aceptados racionalmente, aunque pueden ser también controvertidos. Son los mismos que desde hace centenares de años han acogido muchos pensadores y corrientes filosóficas de todo  el mundo, desde los budistas y jainistas de la India y los  sofistas y epicúreos griegos, hasta los materialistas del siglo  XVIII y los actuales positivistas.
Pero aquí surge un  gran problema : ¿ de qué Dios estamos hablando? ¿ De los dioses de la naturaleza  animistas o del colérico Jehová  del  Antiguo Testamento o del  Padre bondadoso de Jesús o del Dios abstracto de algunos filósofos teístas o de la divinidad inmanente al mundo de los panteístas ? No hay duda de que existen profundas divergencias y contradicciones en las concepciones de la divinidad que varían  notablemente .Pero, en definitiva,  todas conducen a lo mismo: hay  un principio inteligente y consciente que es el origen de todo, que es su fundamento y sustento último y la fuente de todo sentido e inteligibilidad .Dios  siempre ha sido afirmado  y adorado y siempre ha sido negado y combatido. Pero en es nuestra época cuando el ateísmo ha echado raíces más firmes, pues “ sólo en las sociedades occidentales se ha desarrollado plenamente el hombre arreligioso” por contraste con el  homo religiosus que creyó siempre  en una realidad absoluta, lo sagrado, que trasciende este mundo, pero que se manifiesta en él y, por eso mismo, lo santifica y lo hace real…”  en  palabras de Mircea Eliade,
Hay que  considerar  sin embargo, que el ateísmo   es frecuentemente un  problema semántico porque incluso declarados ateos como los budistas a la postre se ven obligados  a reconocer que,  si  existe lo condicionado, lo nacido, también  existe lo incondicionado, lo no nacido, el origen último de todo, la realidad suprema .Por ello H.P.Blavastsky , requerida para que conteste si cree en Dios, explica : “ Depende de lo que entendáis por ese término…. Rechazamos la idea de un Dios personal o extracósmico y antropomórfico, que sólo es la sombra gigantesca  del hombre y ni siquiera del  mejor .Decimos y probamos que el Dios de la teología es un conjunto de contradicciones y una imposibilidad lógica. Por tanto, no tenemos nada que ver con él….. No nos consideramos ateos a menos  que se aplique el epíteto “ ateo”  a los que no creen en el Dios antropomórfico .Creemos en un principio Divino Universal, la raíz de todo, del que TODO procede y en el que todo será absorbido al fin del gran ciclo del Ser  … Es absoluto, infinito, está  en todas partes, en  cada átomo del Cosmos, tanto visible como invisible….. Es pensamiento absoluto y Existencia  absoluta, es la Seidad ( Be-ness ), no un  Ser ….En su simbolismo, la Deidad es una esfera sin circunferencia y su único atributo es Ello mismo… . Es  pues , una Realidad Absoluta  anterior  a todo ser manifestado y condicionado, la Raíz  sin Raíz  de todo cuanto fue es o ha de ser. ….y está fuera del alcance de todo pensamiento  o especulación” .
Sin duda esta concepción altamente filosófica  es hoy  en día mucho más racional y aceptable que la del Dios antropoformo  con sus iras y pasiones, su cólera, sus celos, su sed de venganza y su espíritu belicoso tal como lo pinta  el Antiguo Testamento .Un Dios  sanguinario que ordena  “:Ve y  destruye a Amalec… y no perdones a nadie;  antes bien , mata a hombres y mujeres, niños, aún los de pecho ,vacas, ovejas, camellos y asnos “ ( 1 Samuel  15  ). La obediencia a este cruel mandato es prueba de lealtad con el Dios judío y el no haberlo cumplido al pie de la letra  fue la causa de la desgracia del  rey Saúl .El Dios antropomorfo  debe morir  y   en su lugar  el Dios de la sabiduría antigua  deberá  ocupar  su lugar  porque no genera  el repudio de la razón y del corazón humanos pues  su misteriosa presencia, inmanente y trascendente a  la vez,  es  más más verídica y  racional. Bien lo había  visto Einstein que siempre  repudió  esta idea de Dios : “ La principal fuente de los conflictos actuales entre las esferas de la religión y de la ciencia es este concepto de un Dios personal “  .
Hoy, es urgente  encontrar una nueva perspectiva a la religión, que como tal, debe ser desligada de sus contenidos fabulosos e irracionales. El patético esfuerzo  de creer en cosas absurdas alegando que son un misterio y que deben aceptarse ciegamente “ por fe” no puede ser  la medida de nuestra espiritualidad ni corresponde, mucho menos, a nuestra dignidad como seres pensantes.” El género humano – son palabras  de  H.P. Blavastsky -  anhela  satisfacer sus necesidades espirituales con una religión que pueda relevar ventajosamente a la dogmática  e indemostrable teología cristiana, y de  pruebas de la inmortalidad del alma”.
Hoy, superadas las creencias  de un  ciego dogmatismo y desde  un punto de vista  estrictamente  racional, tenemos dos posibilidades: la primera aceptar la existencia de una  inteligencia  superior que creó las leyes de la naturaleza que parecen diseñadas  con exquisita precisión para permitir la existencia de todas las formas de vida, de acuerdo con el llamado principio antrópico según el cual  el más leve cambio   en cualquiera de la múltiples variables  descubiertas por la ciencia haría nuestra existencia imposible .Si el Big Bang hubiera  sido por ejemplo, una mil millonésima más  potente, se habría precipitado a demasiada velocidad como para que las galaxias pudieran haber surgido o si la fuerza nuclear  decreciera tan sólo un 2% el núcleo atómico no se mantendría unido, y si la fuerza gravitatoria disminuyera un poco las estrellas  no tendrían combustión y así con más de 200 parámetros  físicos que constituyen lo que se ha llamado  el “ajuste  fino”. Pero también puede pensarse, como lo argumentan los físicos y científicos materialistas , en la existencia de miles de millones de universos que  permiten que cualquier orden pueda producirse simplemente por azar, según la teoría llamada   del multiverso, una especulación  -dicho sea de paso- no muy científica porque no hay manera de invalidarla .Y así aunque la posibilidad de que tecleando al azar se produzca un soneto de Shakespere es de 10  a la  690,( número más enorme que el de las partículas de nuestro universo  conocido  que es sólo de 10 a la 80 ), tal vez  en otro  universo  esto pueda ocurrir , según la teoría  citada que para A.Flew, el antiguo ateo británico, es una salida desesperada de los científicos materialistas que se estremecen con la sola idea  de un Ser Superior .Y  tal vez podría ocurrir por casualidad la configuración al azar de una sola proteína aunque la probabilidad de que esto suceda es del orden de 10  elevado a la 7.200 ceros una cifra  de magnitud  descomunal .Según el bioquímico Robert Shapiro para formar la bacteria más simple haría falta “ensamblar”  perfectamente ordenadas, al menos  20.000  enzimas y la posibilidad  de que este extraordinario suceso ocurriese como resultado de una simple casualidad sería del orden de 1 en 10  a la 40.000, una  cifra  fantástica .Pero se necesitan centenares  de  tan felices y  fabulosamente grandes casualidades para que surja la vida tal como la conocemos ,sólo por combinaciones  al azar.Fred Alan Wolf no vacila por tanto en concluír : “ la biología moderna se empeña en esta fantasía darwiniana, alegando frecuentemente que el simple azar bastaría para producir las casi 200.000 cadenas de aminoácidos que se requieren para moléculas como las del ADN y las enzimas, por citar sólo unas cuantas…pero un buen análisis matemático nos permitirá ver que esto es claramente absurdo” . En definitiva  ¿Por qué  escoger, de ambas  opciones la más enormemente improbable  ,poco menos que imposible ? Un físico como Paul Davies, que examina imparcialmente estos hechos lo plantea así: “Si el Universo no es más que un accidente, la probabilidad de que contenga cualquier orden apreciable es ridículamente pequeña… parece difícil escapar a la conclusión de que el estado actual del Universo ha sido seleccionado de algún modo entre un enorme número de estados posibles, los cuales, excepto en una pequeña fracción infinitesimal, están totalmente desordenados. Y si tan enormemente improbable estado inicial fue seleccionado. ¿ no  tuvo que existir un seleccionador o  diseñador para  elegirlo?” El gran genetista Francis  Collins, director del programa  del Genoma  Humano  considera por todo esto que” de todas las concepciones del mundo, el ateísmo es la menos racional…”Y como lo dijo un honrado escritor  no creyente  como  A. Camus, el mundo es absurdo solamente si Dios  no existe
Podemos decir,  siguiendo el pensamiento del gran historiador  de las religiones ya citado  que “ La experiencia de lo sagrado es lo  que  fundamenta el Mundo” .Incluso la religión más elemental es, antes que nada, una ontología…”Y  diremos  también con él que” la religión es la solución ejemplar de toda crisis existencial….la solución religiosa no sólo resuelve la crisis sino que al mismo tiempo deja a la existencia abierta a valores que ya no son contingentes y particulares….”  . Y  en esta recuperación de lo sagrado, las doctrinas  teosóficas  están  llamadas a ejercer su gran influencia.
5 .  El  estudio  comparativo de religión, filosofía  y  ciencia
Desde  su   origen se  ha planteado  esta  gran pregunta :¿  es la Teosofía  una  religión más?     A ello  han  respondido sus  Maestros   :  La Teosofía  es la Religión de la Sabiduría, la sabiduría divina, el substrato y base de todas  las religiones y filosofías…. Es a la vez una ciencia, una filosofía y una religión .No es una religión nueva, es” el cuerpo de verdades que constituye  el fondo de todas ellas “ (H.P.Blavstsky )
La  Teosofía no es sólo y principalmente una compilación de obras antiguas sobre la sabiduría espiritual, una síntesis ecléctica de ellas o un resumen didáctico de sus enseñanzas, porque implica una depuración y una reinterpretación de las ideas tradicionales a la luz de experiencias universales que se corrigen unas a otras para  extraer, al fin, la esencia de todas en su más pura expresión. Por tal razón también las concepciones más recientes tienen su lugar y legitimidad en la medida en que  implican, precisamente, versiones más elaboradas ya  purificadas de sus elementos  infundados, arbitrarios y mitológicos. Como lo dejó consignado H.P.Blavatsky, “ la búsqueda de la verdad no tiene fin “.Y  por ello, ideas muy antiguas como la de que quien asesina un brahmán  deberá  reencarnar en un puerco  o  la de que el ladrón de trigo volverá a la vida corporal en forma de rata, como lo indica  el Código de Manú, son dejadas a un lado para  plantear-como punto de doctrina esencial -que una vez alcanzado el estado humano, jamás se reencarna en animales  cualquiera que haya sido el delito o el karma que pese sobre un individuo de nuestra especie.
La Sociedad Teosófica se propone  como uno de  sus objetivos básicos :” fomentar el estudio comparativo de las Religiones, Filosofías  y  Ciencias” y  oficialmente proclama que los teósofos” sostienen que la verdad debe buscarse mediante el estudio, la reflexión ,la pureza de vida y la devoción a elevados ideales .Consideran que el precio de la Verdad debe ser el resultado del esfuerzo  para obtenerla y no un dogma impuesto por autoridad….”.Las doctrinas teosóficas no son, por tanto, un cuerpo de respuestas absolutas y definitivas a todos los grandes problemas de la vida o un  nuevo catecismo dogmático y simplista. Son una guía, una orientación y un estímulo para mirar  en la dirección de lo espiritual, realidad profunda que cada ser humano debe encontrar por si mismo .Como lo dijo A. Besant : “ La verdad es siempre la misma, pero hay cien modos de expresarla, y sin embargo ninguno la expresa con acabada perfección”
Y  este estudio comparativo es más ,mucho más que un simple  ejercicio académico porque implica, en efecto, un cambio  radical de actitud. Antes  que juzgar y  condenar  busca  reflexionar y comprender  y en vez  de considerarse  como árbitro  infalible de la verdad y  el error  el teósofo se ve a si mismo como un buscador  de la verdad  en pie  de igualdad  con todos  sus hermanos de todas las  religiones  y creencias  .Ello no impide – es cierto -  que tenga profundas  convicciones ,pero  admite  que pocas verdades   son evidentes  como si de axiomas  matemáticos  se  tratara. Es  cierto que en el orden moral hay verdades que se imponen con evidencia inmediata como la regla suprema del Ahimsa  ( no hacer daño ), pero también es cierto que muchas otras cosas pueden mirarse desde perspectivas  diversas y someterse  a diferentes  interpretaciones. En  palabras  del filósofo R. Panikkar “ Aquí reside la más profunda estructura antropológica y cósmica del diálogo. Sus fundamentos residen  en el hecho de que ningún ser humano puede reivindicar con pleno derecho el tener pleno acceso a la plena verdad de la raza humana”.
Esta  actitud  es la fuente de toda  verdadera  convivencia religiosa tan urgente  ahora, porque hoy, de nuevo, tenemos  que preguntarnos ¿ es posible la tolerancia  religiosa ?  Después  de algunos  siglos de  pluralismo,  libertad y democracia   ,parece extraño  que haya necesidad de formular de nuevo esta pregunta  esencial . Pero el renacimientos de los fundamentalismos  con su carga de  exclusión  y fanatismo, hace que este interrogante  cobre nueva vigencia. Y la respuesta  depende, por supuesto, de las actitudes  de los creyentes y de sus maestros ; porque si cada cual insiste  en que tiene  el monopolio de la verdad, si considera su fe como  el único camino  legítimo hacia la experiencia  de lo  trascendente, si  condena y descalifica  como  falsos  o erróneos en bloque   a todos los demás   senderos  espirituales o si -lo que es peor- los considera perversos , de ello se sigue  primero  el exclusivismo , muy pronto  la animadversión y  finalmente  el odio sectario a todas las demás  creencias, de las que muy poco se conoce y a las que ni siquiera  se estudia  con imparcialidad, seriedad y  profundidad.  Lúcidamente  Hume  da cuenta de esta actitud : “ La mayoría de la humanidad tiende naturalmente a ser afirmativa y dogmática en sus opiniones y, mientras ven objetos  desde un sólo punto de vista y no tienen idea de los argumentos que los contrastan, se adhieren precipitadamente a los principios a los que están  inclinados y no tienen comprensión alguna con los que tienen sentimientos opuestos”.
Esta actitud es propia del egocentrismo y,  en el fondo, es un infantilismo supérstite, pues como lo explicó Piaget  el niño es incapaz de colocarse en el punto de vista de otra persona y cree que los demás ven exactamente lo que él ve. Por ello  es muy acertado lo que  piensa el mencionado filósofo  R. Panikkar, (él mismo una  mezcla  indo- occidental ) en su obra El Diálogo Indispensable. Paz entre las Religiones  “ el diálogo es el modo de superar el solipsismo y el egoísmo de todo tipo .Nosotros nos realizamos a nosotros mismos en la medida en que participamos activamente en el destino de todo el cosmos… el fanatismo es una mala hierba religiosa bien conocida. El diálogo de las religiones nos ofrece un remedio y significa una purificación”
La  tolerancia  sin embargo, aunque  expresa  la legitimidad de lo diverso, también  puede llevar implícito el malestar  por su presencia ,que no se  valora  como positiva  sino que se  acepta  pasivamente como inevitable. Por  ello  la comprensión debe sustituir  al  concepto de simple  tolerancia . Y tal comprensión  sólo podrá  surgir  del conocimiento  y examen de los valores , motivaciones , historia y contexto  de todas las grandes creencias humanas, es decir, de su estudio comparativo, que es, efectivamente, el segundo objetivo de la Sociedad Teosófica como viene de decirse. El estudio teosófico, puede ser, sin  duda, un gran antídoto contra todos  los  fanatismos porque implica una  educación excepcionalmente valiosa del discernimiento del cual surge naturalmente  la comprensión.
De otro lado, la superación del escepticismo debe alcanzarse  transitando  el  camino  del pensamiento abierto que implica una actitud no dogmática, receptiva, flexible, que sin desconocer nuestra ignorancia, permite ir más allá de ella no para penetrar en el campo de las certezas irrebatibles, sino para avizorar el de las posibilidades fundadas. Porque  la radical negación de toda posibilidad  de conocer es, también,  una creencia absoluta que debe evitarse.
Esta actitud  abierta y receptiva  sólo puede surgir de la visión panorámica de todo lo que actualmente sabemos, desde todos los puntos de vista posibles, el de la religión, el de la filosofía y el de la ciencia. Es un gran error permanecer en la parcialización  que hoy domina el conocimiento humano, parcialización  que es fuente de concepciones  reduccionistas, miopes y simplistas. Y  también  de  toda clase de fanatismos, algunos no por  sutiles menos intensos. El citado  genetista F.S.Collins aboga decididamente por la  reconciliación  entre  la ciencia y la religión en estos  términos :” Así que juntos, busquemos  reclamar la tierra firme de una síntesis intelectual y espiritual satisfactoria de todas las grandes verdades …”  Y  en el mismo sentido se pronuncia  el doctor Bruce H. Lipton  , creador de la epigenética, una prometedora  nueva perspectiva dela biología : “ …los últimos  descubrimientos de la física y la investigación celular establecen nuevos vínculos entre el mundo de la ciencia y el del espíritu. Estos reinos fueron separados en la época de Descartes   ,hace ya siglos. No obstante, creo de corazón que sólo cuando ciencia y espíritu se unan de nuevo dispondremos de los medios necesarios para crear un mundo mejor” .Sin embargo  todavía la cultura humana discurre  por  compartimentos aislados. Frecuentemente el filósofo poco sabe de ciencia, el científico poco de filosofía, ambos casi nada de religión y ninguno tiene la menor idea de aquel mundo oscuro pero real, extraño y surrealista de los fenómenos psíquicos: el de  la clarividencia, la anticipación del futuro, el de la acción de la mente sobre la materia, el de los viajes de la conciencia, el de los contactos  con otras dimensiones, el de las experiencias cercanas a la muerte. Y ni  hablar de lo que la tradición ha llamado “ocultismo”.
Veamos un ejemplo de cómo sólo con esta visión integradora es  posible formular aproximaciones  más completas que pueden dar un principio de explicación a un mayor número de fenómenos  y ser mucho mejores  como hipótesis que aquellas que sólo ven una parte  de la cuestión. Para la ciencia oficial, los fenómenos psíquicos no pueden existir : en la ciencia neurológica y cognoscitiva actual la mayor parte de los científicos es materialista porque todo indica que la mente es sólo un aspecto o función de la materia  ; así para  el Nobel de Medicina Gerald Eldelman los fenómenos mentales y  biológicos  son una misma cosa. Nuestras  redes neuronales  son  de una casi  infinita complejidad y por ello  Francis Crick  también Premio Nobel   afirmaba que  nuestros gozos y tristezas recuerdos y ambiciones, sentido de identidad y libre albedrío” no son más que el comportamiento de una gran congregación de células nerviosas y sus moléculas asociadas” .Pero si a lo anterior incorporamos la mirada del físico, el asunto no es tan obvio porque el cerebro y todo en lo que consiste, es materia  y  como dice el físico cuántico Fred Alan Wolf “ la materia  debe ser una cualidad secundaria….debe existir una cualidad principal de la que surge la materia…la mente no está  en el cerebro; el cerebro no está en la mente… yo quiero señalar que no sólo es imposible tratar la materia sin el espacio y el tiempo, sino que también es  imposible que exista sin mente. Y la mente ( la mía y la tuya ) no puede existir únicamente dentro de los límites de un cuerpo…el yo se origina más allá del espacio, del tiempo y de la materia/energía…”El  cerebro  se comporta no sólo como un complejísimo engranaje bioquímico, sino también que implica una totalidad indivisible, es decir, lo que la física llama un campo  ; este campo es la mente y esta se expresa en la energía que informa las estructuras materiales del cerebro ”Así, los fenómenos paranormales  como  la telepatía-el más estudiado de todos –   , aunque están relacionados  con la estructura  cerebral y la fisiología  son fenómenos de la conciencia y por tanto no hay espacio ni distancia  que deba recorrerse para compartir una información  .Es decir, si  sólo tenemos en cuenta el aspecto material , la telepatía no puede explicarse, no se conoce ninguna “onda”  que pueda pasar la información de una mente a otra, ni de qué medio se sirve , ni  como está  codificada y siendo esto así, concluyen  muy seguros los materialistas, por definición la telepatía es imposible y por tanto no existe y ello  a pesar  de la copiosa documentación de variadas fuentes dignas de crédito que dan fe de ella .Testimonios  como los de  Charles Richet, Nobel de Medicina y Fisiología o los de Camilo Flammarion, o de William Crookes, Oliver Lodge  destacados científicos todos ellos  por citar sólo unos pocos.  Considerando lo que los físicos tienen que decirnos, el fenómeno  ya no parece imposible y puede tener, al menos, un principio de explicación racional.
Es evidente por tanto que si negamos como tercamente lo niegan muchos hombres de ciencia  la realidad de los fenómenos psíquicos que una múltiple y universal  experiencia empírica  demuestra como reales, no será  posible  formular una acertada idea de lo que es realmente el ser humano de acuerdo  con  una antropología  que explique la totalidad  de sus  posibilidades . Para formular  hipótesis  más  verdaderas sobre nuestra mente y nuestra  conciencia   es preciso reconocer  la realidad  de los fenómenos que tienden a demostrar que podemos conocer muchas cosas sin  el concurso de nuestros sentidos ordinarios ( percepción extrasensorial ) , anticipar hechos  futuros, actuar con nuestra mente sobre la materia y que podemos, en determinadas circunstancias, independizar temporalmente la conciencia de su vehículo  físico  para percibir realidades distantes y  mundos inmateriales .¿ Cómo podremos adquirir nuevos conocimientos sobre  nuestras facultades mentales y sobre la multifacética  realidad que nos rodea  si de plano  se rechaza como absurdo que poseemos tales poderes y  que existen mundos y realidades suprasensibles ? ¿ Cómo desconocer sin examen  la universal creencia en tales fenómenos extraordinarios de la mente ? . De estos poderes, llamados  siddhis ( perfecciones ), dan cuenta por ejemplo  muchos textos antiguos como son  los clásicos aforismos  de Patanjali  y por supuesto toda la tradición chamánica  en todos los pueblos de la Tierra y  los testimonios  de numerosos investigadores y antropólogos .
Desde los inicios  de la investigación  psíquica el gran naturalista  Alfred Russell  Wallace, a quien con justicia puede considerarse como coautor de la teoría de la evolución , aunque inicialmente  escéptico, llegó a reconocer finalmente que tales fenómenos” están probados al menos  en igual medida que cualquiera de los hechos que se consideran probados en otras ciencias “. Como se ha dicho  ,honrados investigadores  como  William Crookes, Charles Richet , Cesar  Lombroso,. Oliver  Lodge,  Willliam James y  Frederic .H. Myers, después de muchos años  de intensa y rigurosa investigación aceptaron la realidad de los fenómenos psíquicos paranormales aunque su interpretación fue y sigue siendo muy problemática.  Y no es posible aceptar que personas destacadas en el campo de la ciencia ( varios de ellos Premios Nobel ) como los esposos Curie, Marconi, Lord Rayleigh, Alexis Carrel ,H.Bergson. Louis de Broglie entre muchos otros  demostraran tanto interés por simples supercherías. ¿Y cómo negar que en  el campo de la medicina la interacción mente-cuerpo puede producir, como se halla  muy bien documentado,  muchas  curaciones espontáneas, que son totalmente imposibles  a la luz de la ciencia? .Muy bien lo había dicho Schopenhauer: “ …estas manifestaciones psíquicas son las más importantes de cuantas se han ofrecido al estudio y observación, por lo menos desde el punto de vista puramente filosófico, y todo científico está obligado a conocerlas.”
Pero ni la actitud de los científicos  citados ni la sabia recomendación del filósofo alemán han sido atendidos .Estas extraordinarias  facultades, son, no cabe la menor duda, el desafío más grande que puede concebirse a la mentalidad predominantemente materialista y positivista de la ciencia moderna .Se trata de fenómenos  no sólo inexplicables , sino también imposibles muchos de ellos , de acuerdo con lo que se cree es la realidad. De ahí  la obstinada tendencia  a negarlos porque su aceptación como hechos reales  implicaría el estrepitoso derrumbe de los paradigmas dominantes. Estos hechos extraños no pueden ocurrir, por tanto no ocurren  , es la forma  en que  razonan muchos  científicos materialistas. Pero fiel a  los hechos, siempre  tan tozudos  ,el Nobel francés e incansable investigador Charles Richet decía de ellos “no digo que sean posibles, digo que son reales”. Por su parte, los metódicos  trabajos de J.B. Rhine  en  Duke  University dieron una base firme a la moderna investigación, aunque por supuesto  han sido cuestionados sin que en definitiva haya  demostración que  invalide sus investigaciones  cumplidas  con  el rigor del método científico . La situación  queda  bien ilustrada con los comentarios de Warren Weaver, uno de  los fundadores de la moderna teoría de la comunicación: “Encuentro este tema tan poco confortable intelectualmente que es casi doloroso .No puedo refutar el dossier  del profesor Rhine, pero tampoco  puedo aceptar su interpretación”.  Pero si consideramos estos hechos desde la perspectiva teosófica podemos apreciarlos  en un contexto  más amplio y profundo : “ Debido a nuestra identidad fundamental con el Alma Suprema- ha escrito  Joy  Mills  - los poderes realmente divinos  son inherentes  en nosotros…”                                                
El dogmatismo se afianza  en la visión unilateral de las cosas. Y  si estas no se consideran desde todos los puntos de vista posibles , desde la perspectiva de lo empírico en sus múltiples facetas, como también  desde la que proporciona el pensamiento y la lógica y desde  la que trasciende lo puramente observable, jamás podremos acercarnos a la visión integral de  su verdad, que siempre se nos escapará  en su integridad y  a la cual sólo  podremos aproximarnos con sucesivos acercamientos desde muy distintas perspectivas que deben ser  comparadas  y contrastadas. Para decirlo con palabras de H.P.Blavatsky : “ El hacer de la Ciencia un todo integral necesita, verdaderamente, el estudio de la naturaleza espiritual y psíquica, tanto como de la física.”
Y así como el método experimental al que Galileo dio inicio  fue el impulso decisivo para la ciencia, el método comparativo puede rendir en el futuro grandes frutos, síntesis afortunadas e imprevistas concepciones que  impulsarán aún más  nuestro conocimiento de la vida y de la naturaleza. El estudio comparativo interdisciplinario e integrador nos conduce, al menos, a poner en duda las falsas seguridades en que fundamos nuestras ideas comunes y puede permitir, de esta manera, escapar de las rutinas intelectuales y su colección de simplificaciones, prejuicios, y mixtificaciones.
Se  requiere, por lo tanto,  una visión que abarque completamente  el espectro total de la condición humana,” desde su  faceta terrenal hasta su semblante divino”  como dijo Ken Wilber  uno de los más eruditos pensadores  contemporáneos. Pero este  nuevo paradigma no puede ser una simple  especulación  más o menos lógica: debe apoyarse, de alguna manera, en el conjunto de nuestra  experiencia  como lo demandaba  el filósofo  A .J. Ayer; es necesaria  alguna forma de validación, pues  de lo contrario caeríamos  en la pura arbitrariedad. Y  este  es el papel  de una aproximación  regida por el pensamiento científico, que sin confundirse  con la religión o con la filosofía como ocurría  en otras épocas  debe servir  de soporte o punto de partida  de las otras formas del conocimiento , el puramente racional y  el trascendente, pero respetando lo propio e irreductible de cada uno de ellos  .
Muchos científicos, sin embargo  se han extralimitado y  erróneamente  han querido abarcarlo todo, cayendo en el mismo error  de la teología  dogmática. Por  ello la propia ciencia  ha llegado a revestirse de algo del todo injustificado: afirmar que  lo que no puede verificarse con la experiencia sensible no  existe. Y  la verificación empírica se convirtió en la única  forma  de verificación porque  se considera  a priori que lo único real es precisamente lo que podemos  experimentar con nuestros sentidos ordinarios  y esto ha sido, como dijo Whitehead, “ la ruina de la filosofía moderna” .Porque el hecho es que ,como lo reconoció  Heisenberg “ los conceptos científicos existentes siempre abarcan sólo una parte limitada de la realidad y la otra parte, que aún no ha sido comprendida, es infinita”
Recordemos  que  Kant creía firmemente  en lo trascendente aunque no pudiera ser captado por los sentidos ni por la razón, pero  muchos de sus sucesores no han tenido  su  lucidez . Comte, por ejemplo  .La  visión  cientifista , es  una visión parcial aunque pretende  ser completa y sólo  se ocupa de lo cuantitativo .El mundo entonces  ya  no tiene cualidades, no tiene valor ni significado .Pero la proposición de que sólo es cierto lo verificable sensiblemente  no puede verificarse empíricamente y por ello no puede decirse que sea  una verdad científica. 
Ahora bien, la contemplación, más  allá de lo empírico y de lo racional, puede  mostrar la existencia de lo divino  como una modalidad legítima de conocimiento que puede ser  validado también por su coherente  uniformidad y persistencia  en todas las épocas  y lugares , en todas las tradiciones y culturas , en todas la cuales, sin excepción, la conciencia termina diferenciándose por completo de la mente y del yo cotidiano, revelándose entonces lo que está por encima y es anterior a todo. R.M Bucke en su investigación sobre la experiencia mística ,en su obra Conciencia Cósmica destacó sus características más notables :“ La experiencia acude repentinamente y sin ser esperada .Sin previo aviso el individuo tiene la sensación de estar rodeado de llamas y en el instante siguiente se encuentra embargado por una intensa alegría elevada al éxtasis. También de repente, una intensa lucidez intelectual se apodera de él, una lucidez que implica el conocimiento del género humano y la seguridad de estar todo destinado a la vida eterna, de la unidad de todo, y de la identidad del universo con la vida, que queda impregnada de lo que llamamos amor .Durante aquellos segundos, el individuo aprende más que durante años de estudio .Con la certidumbre de la inmortalidad individual, desaparece todo miedo a la muerte…. Esta experiencia ejerce profunda influencia sobre el resto de su vida…”
Cada  uno de los tres ámbitos del conocimiento, sensorial, racional y espiritual ofrece datos legítimos como aprehensiones directas y ello constituye la garantía de su realidad. Estos datos  se captan  de manera  inmediata  y se imponen con fuerza como realidades  originales según intuiciones propias que soportan su evidencia .Podemos decir, en consecuencia  ,que todo conocimiento se basa en  la  experiencia, pero aclarando que esta  corresponde  a diversas  categorías  .
Y así  como en la ciencia  es  necesario  contrastar  los datos hallados con los aportados por  otros investigadores, lo mismo debe hacerse  en  el campo  de la filosofía  y  en el de la experiencia  religiosa, so pena de caer  en la fe ciega y el dogmatismo. De la experiencia directa ,además, puede seguirse otro tipo  de vislumbre de realidades  más complejas,  en cualquiera  de los tres ámbitos  del conocimiento.
En el reino de lo espiritual, se deben  verificar tales experiencias   con las de  otras personas que hayan recorrido los mismos  pasos y no se aceptarán  sino cuando  se establezca un consenso  que  permita superar cualquier subjetividad puramente arbitraria. Por  ello  en las prácticas  del Zen  hay siempre una intensa interacción  con el maestro ( dockusan)  y  participación pública en  pruebas de autenticidad  llamadas  shosan ,  en las cuales  las distintas percepciones deberán ser confirmadas por  quienes se han adiestrado debidamente. En este orden de ideas ,Amit Goswami, un destacado físico  y filósofo  dice  en su obra  Ciencia  y  Espiritualidad que el pensamiento  original de la India,  en el cual  se basan un gran número de  concepciones  teosóficas, “ se asemeja a la ciencia en que siempre ha sido guiado por investigaciones empíricas directas de la naturaleza de la conciencia. De ahí  que la literatura de la tradición india, Vedanta, Yoga y Tantra, esté  llena de datos empíricos y métodos de investigación…”.
Debe considerarse, también, que la moderna psicología permite más profundos análisis del yo, de su  naturaleza, atribuciones y funciones como lo ha puesto de presente el  psicólogo John Davies al comentar las enseñanzas de A.H. Almaas “ … la eficacia de las escuelas del trabajo espiritual ha estado limitada por la falta de conocimiento de las barreras inconscientes específicas que nos impiden experimentar los estados correspondientes a la Esencia, nuestra verdadera naturaleza…”
Es  válido por  tanto hablar de ciencias espirituales, ya que sus  conocimientos son verificables y  se basan  en la acumulación de las observaciones de muchas personas  en diversas épocas y  lugares y de acuerdo con reglas y  métodos  bien establecidos . Hablando de la Doctrina Secreta, H.P.Blavastky precisó que esta sabiduría “está constituida por los anales ininterrumpidos de millares de generaciones de videntes cuyas  respectivas experiencias han llevado a certificar y a verificar las tradiciones trasmitidas  “
No  hay duda de que cualquier percepción individual,  que corresponda al dominio de lo trascendente, también puede ser inexacta o errónea y es por ello  indispensable, como se ha expresado, que siempre  se la compare y contraste , se la examine y  verifique  con todas las del mismo género y  con los datos  empíricos que puedan  apoyar  su posibilidad, su razón  de ser y también, su aptitud   explicativa. Lo espiritual, ha de ser  verificado  pero  de acuerdo con sus específicas  e  irreductibles  características. No aceptéis mis  enseñanzas simplemente por respeto  hacia mí – dijo  Buda – Analizadlas, examinadlas  del mismo modo en que un orfebre analiza el oro : frotándolo, cortándolo y fundiéndolo. Vosotros tenéis inteligencia y debéis reflexionar sobre lo que escuchéis. No lo aceptéis  ciegamente.
El segundo objetivo de la Sociedad Teosófica es un notable  ejemplo de esta clase de aproximación integradora  y puede decirse que es único en su género pues  al proponerse   “ Fomentar el estudio comparado de la Religión, la Filosofía  y la Ciencia “, supera  el esquema  hoy  dominante en todos los campos del saber, la especialización , que hace que cada vez se conozcan  más detalles  con pérdida de la visión de conjunto .Un biólogo molecular como  Matthieu Ricard, por ejemplo, antes de dedicarse al budismo invirtió  cinco  años de labor investigadora intentando establecer únicamente el mapa genético del cromosoma de una sola bacteria. Ortega y Gasset  lo había  visto con gran lucidez: cada  vez se conoce más y más de menos y menos y de esta manera surge una “ nueva barbarie”, que es la típica del hombre masa, aunque se trate de brillantes  científicos. Hoy  el conocimiento  humano por causa de esta mutilación de la superespecialización se distorsiona cada vez más , incapaz de ver el bosque por concentrarse en ver cada árbol.” Nunca habíamos tenido tantos  conocimientos- dijo M.Scheler – pero no hemos sabido organizar y dominar este material .Sólo tenemos datos dispersos e inconexos.”Es  importante para la ciencia reunir en un sistema coherente los conocimientos dispersos pues  como lo planteo Popper “ los grandes progresos  sólo ocurren cuando confluyen diversas disciplinas “.Y en  palabras  del notable físico  David Bohm “Una ciencia que divide a la Naturaleza única en diferentes partes, es incapaz de descubrir las leyes primarias”.
Para Schrödinger, uno de los grandes genios creadores de la física cuántica ,la ciencia no puede desligarse de lo humano  y él, en efecto,  tenía  la vivencia de los hondos problemas de la ciencia como problemas del hombre. Considero a la ciencia como una parte integrante de nuestro empeño para responder a la gran pregunta filosófica que abarca todas las otra:¿ quiénes somos?. Considero ésta no sólo una de las tareas, sino la tarea de la Ciencia, la única que cuenta”, son sus palabras.
6. Comparación  y  crítica  de las  religiones
 Hay  que decir  claramente  que este  estudio comparativo, no puede ser neutral como ejercicio acrítico y  simplista, sino que con razonados argumentos debe revelar los absurdos y contradicciones de las diversas concepciones religiosas y filosóficas y también los errores  de  las teorías  científicas reduccionistas y parcializadas . Así lo enseñó  H.P.Blavastky que con estilo combativo vapuleaba con vehemencia  e ironía a todas aquellas  doctrinas y  creencias que a su juicio desvirtuaban con sus tergiversaciones la enseñanza  original, la más pura, la más auténtica, la más cercana  a las arcaicas revelaciones  de los  progenitores de la humanidad .Por  ello, descubrir lo que en el fondo tienen en  común  todas las religiones, pasa por el camino de una crítica  sin eufemismos  ni contemplaciones con toda esa inmensa hojarasca de dogmas y mitos que han oscurecido el resplandor original de la Doctrina  Secreta hasta hacerla irreconocible. Y la Maestra no es menos severa con la ciencia  de su época a la que denuncia por  su parcialidad, miopía y” presunción ignorante”.
Ch.W. Leadbeater, un hombre  de gran talento  y dotes  psíquicas en diversas obras y  artículos  y en especial  en su escrito  Un  apunte de Teosofía, dio   ideas  claves :  la teosofía debe estudiar las religiones desde un punto de vista científico  y  crítico, sin que nada  pueda considerarse infalible. Y con  criterio  racional y científico hay que” descubrir lo que hay  de absurdo  e irracional  en las religiones para”  rechazarlo  en bloque” reteniendo  tan  sólo lo que  impulsa el desarrollo moral  y espiritual tanto del hombre  como de la sociedad. El  saber teosófico implica, por tanto, una actitud  de investigación fundada  sobre hipótesis que pueden ser controlables  de acuerdo con  precisas leyes  ocultas  que encuentran en un pasado inmemorial  su confirmación constante. Por ello  el teósofo británico escribió  que, para  conocer  las verdades  más altas , el hombre debe  hacerse “sensible  a  vibraciones  suplementarias” .Leadbeater, en línea  con  H.P.Blavatsky   considera  que  una de las fuentes  de  los más graves errores y  de toda clase de absurdos  es la interpretación  literal de los textos  que se consideran sagrados “ Una gran cantidad de daño ha sido hecho en la cristiandad por la idea de la inspiración verbal de estos libros”
 La  necesidad del estudio comparado de las religiones y su examen crítico  es enfatizado por  la Maestra  en estos términos “ únicamente estudiando las grandes religiones y filosofías de la Humanidad, comparándolas desapasionadamente y con ánimo libre de prejuicios, es cómo puede el hombre conseguir la verdad “.Es esta una actividad absolutamente indispensable porque sólo de esta manera podremos  salir del provincialismo y su perspectiva estrecha y parcializada  que conduce al sectarismo. Este método  implica el  trabajo objetivo, laborioso y concienzudo de examinar  todas las religiones con su inmensa carga de doctrinas ,elevadas y sublimes muchas veces y también  con sus  mitos y supersticiones  y creencias con frecuencia   inverosímiles y extrañas ; en fin , un trabajo de erudición  que después de muchos esfuerzos  debe dar sus valiosos frutos : encontrar  el fondo común de todas las enseñanzas, descartando todo aquello  que el tiempo ha agregado y que es superficial y cuyo  origen es  puramente arbitrario. En su famosa Carta al Arzobispo de Canterbury  H.P.Blavatsky precisó :” :…La Teosofía no es una religión, sino una filosofía a la par religiosa y científica…lo más importante que la Sociedad Teosófica se propone es hacer revivir  en cada una de las religiones el espíritu que la anima ,fomentando y auxiliando la investigación del verdadero significado de sus doctrinas y preceptos .Saben los teósofos que cuanto más profundamente se penetra en el significado de los dogmas y ceremonias de todas las religiones, más crece su aparente y fundamental semejanza, hasta que al fin, se obtiene la percepción de su unidad fundamental. Esta base común no es otra que la Teosofía: la Doctrina de Secretos de todos los tiempos, la cual, diluida y disfrazada para amoldarse a la capacidad de la multitud y a las exigencias de las diversas épocas, ha constituido el núcleo viviente de todas las religiones….”Como lo puso de presente A. Huxley : “ la religión es también investigación en torno a la experiencia no sensible, no física, puramente espiritual.”
De esta  honda teosofía  habla el gran  maestro  contemporáneo  E.Tolle cuando escribe:” Hay una única experiencia espiritual atemporal que es la esencia de todas las religiones. No deriva de fuentes  externas, sino de una auténtica Fuente  interior, así  que no contiene teoría o especulación”.
El barón de Holbach no se cansaba de señalar  en sus brillantes escritos que son innumerables las desdichas  engendradas por las religiones, sus fanatismos, enfrentamientos feroces, persecuciones y engaños. … Y  tal  como lo ha señalado H.P.Blavastsky   “ el cristianismo  se ha desvirtuado por obra  de los teólogos , sus dogmas  y  su  supersticiosa interpretación  literal de sus textos . “Sin la intuición no hubiesen tenido los hebreos su Biblia ni los cristianos su Evangelio. Moisés y Jesús  dieron al mundo el fruto de su intuición; pero los teólogos que hasta el día les sucedieron, adulteraron dogmática y muchas veces blasfemamente su verdadera doctrina: porque creer que la Biblia  es obra de la revelación divina e interpretar el texto al pie de la letra es peor  que un absurdo, es blasfemar de la divina majestad del Invisible…” , escribió  en Isis sin Velo  .Así lo expresa también  el  Zohar,  un texto fundamental de la sabiduría  cabalista : “ Los misterios contenidos  en la escritura según los cuales fueron creadas las cosas sólo podían revelarse revestidos de una envoltura. El significado literal es la envoltura .Desgraciado aquel  que toma la envoltura por la Escritura misma …”. No hay duda de que la interpretación literal de los textos religiosos   con frecuencia  conduce no sólo   a grandes absurdos, sino también a doctrinas  fanáticas como la de considerar “ hijos del diablo”  a quienes no creen en Jesús, según se dice  en  Juan 8- 44  con la consecuencia de que los no cristianos, la mayor parte de la humanidad, “ no pueden salvarse”, aberrante interpretación que el Concilio Vaticano II  acertadamente  revisó   en su Constitución Lumen Gentium.
Krishnamurti, lo dice  rotundamente :  “ Tal como un  hombre es adicto a la bebida, así son ustedes adictos a sus creencias…lo que llamamos religión no es religión en absoluto. La verdadera religión es experiencia viva y eso no tiene nada que ver con la creencia…Religión es experimentar de instante en instante la verdad de lo que es. La verdad está  en lo que es; se encuentra en el presente y jamás es estática…. “ y  Añade : “ La revolución religiosa de que hablo no consiste en revivir o reformar ninguna religión en particular, sino la total libertad respecto de todas las religiones e ideologías, lo cual implica  en realidad, liberarse de la sociedad que las ha creado…”
Pero hacer  ver  tales  errores y  tergiversaciones  no es lo mismo  que  renegar de toda concepción religiosa. Paradójicamente, hoy- señala Teilhard de Chardin -  podemos decir que “ nunca  hemos tenido una necesidad más urgente de encontrar una Fe, una Esperanza. Nunca ha sido más violenta la crisis entre el gusto y el disgusto por la Vida. Oscilamos entre dos pasiones : servir al Mundo o rebelarnos contra él. Los hombres no saben hoy  a que meta universal y final deben  dirigir  el impulso de sus almas ….” ; por ello como se ha dicho y  de nuevo se recalca, la crisis actual  es una crisis espiritual .Y como el gran pensador  jesuita lo expresó   “  en base y según su valor de excitación evolutiva, el gran fenómeno del que actualmente seríamos a la vez actores y testigos es pues, una selección y una convergencia general de las religiones. Así los seres humanos llegaremos a  ser partícipes  de  su  significación más  profunda, de un sentido incondicional. “
Este estudio  comparativo  que la teosofía  promueve nos lleva  necesariamente a  esta comprobación fundamental :  ninguna  religión puede ser comprendida como una obra acabada de una vez y para siempre .Por  el contrario, la religión  sólo puede considerarse  como la evolución de una intuición básica de lo divino que se expresa de mil maneras, sublimes  y también  inquietantes y extrañas. Por ello las concepciones  religiosas  deben evolucionar y estar dispuestas al cambio para aproximarse un poco más  a  una verdad ideal  de la que  estaremos siempre  a  años  luz de distancia. La  religión – lo mismo que el arte, la filosofía  y la ciencia -  es creación de la cultura y  como tal  admite infinitas posibilidades, variadísimas  expresiones en  cuyo seno las contradicciones  ocupan su lugar. Si hoy nos  asombra la idea de un Dios  vengativo y colérico, es porque  hemos evolucionado lo suficiente  como para  comprender que esto repugna a la idea del  verdadero Dios. Pero esta idea  no  surgió  de repente perfecta y completa. Sólo por obra de una larga evolución llegamos a ella  hasta el punto de considerarla  como la verdadera sin percatarnos  de la dilatada  y difícil tarea de depuración que hay  tras  de esta  concepción  sobre el Ser Supremo . El  Dios  iracundo de Viejo Testamento  se convierte  así  en el  Padre  amoroso de Jesús, el que vela por todos sus hijos. Hay  un abismo entre la orden de Jehová  transmitida por Samuel de destruir  a los Amalecitas sin perdonar  ni mujeres ni niños  y  el  superior mandato evangélico : “ amad  a vuestros  enemigos “  ( Mateo 5- 44 ); algo muy distinto , todo lo contrario  en realidad , de lo que se dice  en el Salmo 139 :21-22 ,como señal de fidelidad a Jehová : “ ¿ No odio ,Señor, a los que te odian….los odio con odio perfecto”  Mandatos y  conceptos  antiguos que han servido de justificación a lo largo de la historia de toda clase de atrocidades  como el exterminio de los albigenses por obra del piadoso Simón de Montfort  o las matanzas de los fervorosos  soldados de Cromwell  en contra de los “ idólatras” católicos de Irlanda.
Lo que  logrará  la paz  entre las  culturas y las religiones no puede ser el resultado de arduas componendas ideológicas. No  es  un sincretismo imposible lo que nos llevará  más allá del dogma y de su engendro maligno, el fanatismo. Y tampoco podrá  conquistarse esta  paz  con  el abandono  de toda concepción  religiosa, porque,  en el estado actual de su evolución, el hombre  no puede prescindir de esta noble perspectiva que eleva su espíritu a lo más alto. Se trata, en el fondo  de una espiritualidad  más  allá  de las creencias y los dogmas, como lo expuso claramente Krishnamurti.
Y más  que una comprensión y  conocimiento mutuo  entre  todas las religiones, más allá de una respetuosa tolerancia, lo que se abre camino es una nueva dispensación, no nuevas revelaciones infalibles fuente de nuevos dogmatismos, sino una más amplia  concepción  que pueda englobar ,incluso en sus divergencias, a todas las tradiciones y al pensamiento contemporáneo : filosofía y ciencia a un tiempo, y también lo más puro del misticismo y de la visión esotérica que una milenaria tradición respalda. No una mezcla confusa, sino una panorámica de  conjunto en la que cada tradición encuentra su lugar  al tiempo que enriquece su perspectiva propia. La religión no se ha agotado en las creencias del pasado que contienen sin duda  , profundas verdades, pero no toda la verdad , porque como lo expuso  la Maestra fundadora de la Sociedad Teosófica ,vale la pena recordarlo  “…la investigación de la verdad no tiene  fin “.En síntesis :cualquier asunto  que se refiere especialmente a las verdades últimas, sólo podrá  ser comprendido en alguna medida  si se lo mira desde todos los puntos de vista posibles y se contrasta con la experiencia universal. Y  allí  tanto la ciencia  como la filosofía  tendrán que aportar. Este será un trabajo  esencialmente  teosófico.
Todo diálogo auténtico comienza por una pregunta interior hondamente sentida, una actitud fundamental que la tradición budista  llama “La Gran Duda” según aquella famosa  declaración: el principal obstáculo para saber  es creer que se sabe. No se trata de instruir ni de enseñar, ni mucho menos de adoctrinamiento. Y  en  este diálogo fluido nadie debe estar excluido porque, en palabras  del ya citado  filósofo R. Panikkar  “ la  finalidad  del diálogo no consiste en eliminar las opiniones divergentes, o en  conseguir la uniformidad del mundo o en la creación de una única religión mundial, como  si la realidad misma pudiese  o tuviese que ser reducida a un principio único… ningún individuo, ningún grupo humano, ni siquiera toda la humanidad viviente en  un momento dado de la historia, puede encarnar la medida absoluta de la verdad… el carácter abierto del diálogo participa de la naturaleza propia de la realidad…”. Por ello según  Panikkar “ el cristiano puede preguntar al budista por qué  no reconoce a ningún Dios, pero deberá también dejarse  interpelar sobre por qué él no reconoce la sunyata ( vacuidad )
Más aún, en su nivel más  profundo el verdadero diálogo tiene más de intimidad y de confidencia que de despliegue académico de información. Con él llegamos a aquel punto “en donde los pensamientos tienen su origen y donde las palabras extraen  su poder” para encontrarnos  en el fondo de nuestros seres .Huxley, establecía una profunda comunicación  no verbal  con Krishnamurti  de quien fue gran amigo durante sus  diálogos  en Ojai, California .
7. Hacia  un  nuevo  paradigma
Paralelamente  con la incredulidad  dominante, ha venido surgiendo un movimiento  contracultural  que se ha  dado en llamar  Nueva  Era  y que refleja el hecho innegable de que  vivimos en una época de grandes  novedades, y  no  sólo una época de cambios, sino  un cambio de época , no únicamente en el campo de la ciencia y la tecnología, sino también en la cultura. Cuando  grandes pensadores  como Comte, Marx  , Nietzsche, Freud y  Sartre  entre otros daban por seguro que el hombre  abandonaría definitivamente su mentalidad infantil creadora de  mitos, fantasías y religiones  , este variopinto e intrincado movimiento  nos sorprende con sus concepciones que en abigarrada mezcla exhuman antiguas creencias del Oriente, el karma,la reencarnación ,los chacras,  para  asociarlas con la tradición hermética occidental como la  cábala,  y la alquimia y con novedosas interpretaciones de los textos religiosos de la tradición universal, combinadas  con nuevas  terapias y métodos de superación personal y desarrollo de los grandes poderes latentes en el ser humano. Este complejo movimiento ofrece atrevidas ideas muy cercanas al pensamiento de los más visionarios científicos  contemporáneos : la naturaleza  psíquica  de toda realidad, la unidad e interdependencia de todas las cosas que existen en un mar de información de potencialidades infinitas y nuestra verdadera esencia como seres multidimensionales en íntima conexión con todo lo existente y con la fuente  del  Ser; en fin, un entramado doctrinal muy rico  en incesante formación.
En este gran mercado espiritual  hay de todo y – qué duda cabe- este es uno de sus grandes atractivos .Pero, digámoslo de una vez, el  secreto de su magia  es éste: el hombre no es, para la espiritualidad emergente, el ser pecador, miserable e impotente que aceptábamos según las creencias religiosas tradicionales. Todo lo contrario: nuestros poderes son los mismos de la divinidad porque somos ella misma; nuestro destino es crear nuestro entorno y nueva vida, nuevos mundos, nuevas realidades. Y  si toda  espiritualidad lleva  en su seno la trascendencia, la espiritualidad que se abre camino pregona con audacia la apoteosis del hombre. “No son  lo que creen ser- dice Lee Carroll  canalizando  a Kryon, una  entidad interdimensional…Ustedes son eternos .Cada uno de ustedes  ha existido siempre y siempre existirá…Ustedes forman parte del Absoluto que es atemporal y viven  en  un  círculo  de existencia que no es lineal y no tiene principio ni fin” .Lo mismo dice con insistencia el famoso  Curso de Milagros canalizado por H.Schucman. El nuevo humanismo pregrona decididamente que en realidad somos un espíritu que evoluciona  simultáneamente en muchas dimensiones, densas y sutiles y en tiempos flexibles que pueden ser manipulados.
Este nuevo paradigma que había  sido  anunciado por  Marylin Ferguson  en un  libro que hizo época, La Conspiración  de Acuario, envuelve  una visión esencialmente  mística con fuertes tendencias panteístas, esotéricas, ecologistas y chamánicas en las que Dios” es la suma total de conciencia existente en el Universo que se expande a través de la evolución humana” .Y  esta  perspectiva pretende, además, no sólo recuperar las visiones antiguas sino también reelaborarlas y adicionarlas con nuevas doctrinas que se trata de armonizar   con la ciencia más avanzada , en particular con las ideas de físicos intrépidos que, a pesar del rechazo de muchos colegas,  no vacilan en  avalar su concepto clave, su nota distintiva :la esencia  suprafísica de la realidad y la unidad de todo lo existente, la materia con la mente, el hombre con la naturaleza, con el Cosmos y con la Superconsciencia .Con base en las nuevas concepciones  de la ciencia, Deepak  Chopra, gran gurú del nuevo pensamiento dice :” El punto fundamental es que nuestra naturaleza real es un campo inmaterial de inteligencia. Algunos científicos denominan este campo esencial de nuestro ser  el campo unificado ,porque es el que constituye todo el universo. Y cuando este campo de inteligencia piensa e interactúa consigo mismo se manifiesta a través del mundo material…Somos inseparables del campo de inteligencia a partir del cual se crea todo el cosmos. Ese conocimiento nos libera de la alucinación de tener  un yo separado que vive en un cuerpo separado de todo…”
En la Nueva Era hay  una superación de las religiones  institucionales .El hombre no necesita intermediarios para encontrar en sí mismo lo divino; no hay dogmas, no hay autoridades ni escritos infalibles ; basta mirar hacia adentro y expandir nuestra conciencia ,todo ello dentro de tendencias  eclécticas que  reconocen al final ,la verdad única subyacente en todas las religiones, sin duda un  valioso  legado de las ideas  teosóficas, pioneras  del paradigma espiritual emergente, que también  contiene – hay que decirlo – una religiosidad difusa y una espiritualidad light que muchas veces  trivializa el  sentido profundo de la vida. Y  ello sin mencionar que en esta corriente existen  también grandes peligros, tergiversaciones e incluso ideas delirantes y sectas destructivas y toda clase de charlatanes  de la picaresca  pseudo-ocultista  quienes, aprovechándose del anhelo de sentido y trascendencia de muchos seres humanos, hacen pingües negocios.
La mayor parte  de los autores  que han investigado sobre la Nueva Era, reconoce  que fue  Helena Petrovna  Blavastky  su principal  inspiradora , la gran pionera  .En  su obra   Nueva Era, la Conspiración Final, Juan Maria Argudo puntualiza claramente : “ Ya más cercano a nosotros ( finales del siglo XIX) encontramos un nuevo renacimiento de  la conciencia espiritual, así como  un resurgimiento del ocultismo. Dos  fechas pueden darse como claves : 1848, cuando las hermanas Catalina y Margarita  Fox fundan el espiritismo moderno y 1875, cuando Helena Petrovna Blavatsky funda en Nueva  York la conocida Sociedad Teosófica que, como su apelativo indica ,se dedica al conocimiento profundo de la divinidad a través de la meditación personal y de la “ iluminación” interior .Esta  entidad es un punto de enclave importantísimo dentro del programa de expansión de  la mega-red, y con toda probabilidad significa el punto de despegue de la Nueva Era”.
En efecto, podemos decir  con certeza  que nadie que conozca la historia reciente puede negar la gran influencia que la Sociedad Teosófica ha ejercido desde sus  extraordinarios, controvertidos y brillantes comienzos en el mundo moderno .Hoy la práctica del yoga y de la meditación entre otras disciplinas es algo corriente y se habla como cosa bien sabida del karma, de los chakras y de la reencarnación .Pero estas ideas, tradicionales  en el Oriente, no adquirieron la influencia que hoy tienen en el mundo occidental  en forma casual :fueron, sin duda ,fruto del esfuerzo de divulgación de grandes figuras teosóficas, H.P.Blavatsky, Annie Besant,C.W.Leadbeater y  muchos otros escritores y expositores  miembros  de la Sociedad Teosófica que desde finales  del siglo XIX y comienzos del XX, iluminaron al mundo  con las grandes  doctrinas de la antigua sabiduría. Hoy  la interacción entre diversas concepciones  y disciplinas  es un hecho que cada vez cobra más fuerza, a pesar de que, como se ha dicho, todavía predomina la tendencia  a la parcialización y atomización  de los diferentes  saberes y disciplinas  incluso dentro de cada ciencia.
En su obra Noética, sus autores M. Schlitz, C. Vieten y T. Amorok han insistido en este hecho notable  : “ Nunca antes habían  entrado en contacto tantas visiones del mundo ,tantos sistemas de creencias y formas de entender la realidad .Monjes budistas se sientan junto a científicos de Harvard para hablar de la neurociencia de la conciencia. Sanadores indígenas trabajan codo a codo con médicos para tratar a los pacientes en grandes hospitales .Expertos en física cuántica y biólogos de los sistemas vivos confirman visiones espirituales de la conciencia sostenidas tradicionalmente. ”Por  ello , no puede haber duda de que la humanidad se encamina hacia la construcción de un nuevo paradigma de carácter integrador, holístico, tal como lo había anticipado la doctrina teosófica y su ambiciosa visión unificadora. ”Está  emergiendo  un nuevo esquema en el mundo actual… existe una conciencia poderosa que quiere darse  a conocer en el mundo “ ha dicho Tim Boyd , nuevo presidente de la Sociedad Teosófica en su discurso inaugural.
Este nuevo paradigma deberá  asumir una visión completa del espectro total de la condición humana y la confrontación de sus diversas perspectivas  dará como resultado una nueva concepción que ya se avizora  sobre nuestra realidad y nuestra vida, que va adquiriendo, de esta manera, inesperadas dimensiones. Esto implica  ni más ni menos  que encontrar  el hilo conductor de la verdad subyacente  en todas las religiones y su concordancia esencial  con el pensamiento filosófico y  con los hallazgos de la ciencia. Esta  reconciliación deberá darse  naturalmente y no es el resultado de un deliberado esfuerzo intelectual para acoplar artificiosamente estas tres dimensiones si es verdad que  religión, filosofía  y ciencia  apuntan en lo profundo a unas mismas verdades esenciales .Las controversias y antagonismos  que necesariamente  se  presentan deberán mirarse como etapas enriquecedoras  de este sucesivo desvelamiento, y  no  como oposiciones insalvables . Y es  en la misma  ciencia  que el estudio multidisciplinar - todavía poco desarrollado- tendrá  grandes resultados .Un físico  de vanguardia como J.Wheeler decía que “ Ninguna teoría de la física que sólo trate de física, explicará jamás la física”  y  Eduardo Punset  opina que los grandes progresos del futuro vendrán  de la cooperación entre los físicos, los biólogos, neurocientíficos  y especialistas en robótica   e  inteligencia  artificial .Justamente uno de los mayores teóricos de esta última disciplina Marvin Minsky ya lo había dicho : “Quizá no podamos entender nada a menos que lo entendamos de diversas maneras diferentes “Y también con el aporte de los pensadores y humanistas, creemos  nosotros .Es más, aunque parezca  delirante, en el futuro también  la voz  de los verdaderos  ocultistas, clarividentes  y visionarios  será  escuchada con respeto.
El  destacado  científico y Nobel de química  I. Prigogine  pensaba en   la necesidad de la reconciliación entre “ las  dos culturas” , la ciencia de una parte y la filosofía y el humanismo de la otra. Y  él mismo fue, además  de gran científico un destacado filósofo y escritor y además virtuoso pianista ; por  ello no puede extrañar que este prototipo de hombre  renacentista abogara por una reunificación del conocimiento humano  en todas  sus múltiples  dimensiones. ”. Esta  panorámica integradora había  sido planteada con claridad por H.P.Blavatsky.  cuando escribió  que “ .. de hecho, la Teosofía  sostiene que ella  representa a las  dos, la Religión y la Ciencia, dado que ella es la esencia de ambas” y  agregaba que por ello que la Teosofía “  se ha convertido en la Némesis implacable de aquellos que han degradado las dos nobles verdades para sus propios fines  y  propósitos y después han hecho que se divorciaran violentamente una de otra, aunque las dos tienen que ser una sola”.
Este estudio comparativo de la ciencia, la filosofía y la religión  corresponde a los tres ámbitos de conocimiento que San Buenaventura,  el gran doctor de la escolástica  llamó los Tres Ojos :  el Ojo de la Carne que es el conocimiento sensible por medio del cual percibimos el mundo externo del espacio, del tiempo y de los objetos, el  Ojo de la Razón que nos permite alcanzar el conocimiento de las verdades de razón, la filosofía, la lógica y las matemáticas y el Ojo de la Contemplación por medio del cual tenemos acceso a las realidades trascedentes, más allá de nuestros sentidos y de nuestra razón, el mundo del espíritu que podemos captar directamente. Y  este estudio comparativo del que se ocupa la Teosofía, no consiste en  considerar a todas las ideas como igualmente válidas  de acuerdo con un relativismo gnoseológico inaceptable. Se  trata, en realidad, luego de contrastar todas las ideas  como ocurre con el método científico, de encontrar cuales  son las doctrinas más razonables, más coherentes, más acordes con los principios de la ética universal,  más  consistentes con los hechos, con nuestras experiencias, nuestra vida interior, nuestras  aspiraciones y valores  más  elevados. Esto fue exactamente lo que enseñó el señor Buda en palabras memorables:
No  creáis  en la fe de las tradiciones por más que se las honre desde hace muchas generaciones y en muchos lugares; no creáis  en una cosa  porque muchos hablan de ella; no creáis  en la fe de los sabios antiguos ; no creáis en lo que habéis imaginado pensando que un dios  os lo ha inspirado .No creáis  en nada fiándoos en la sola autoridad de vuestros maestros y sacerdotes. Luego de examinado, creed en lo que vosotros mismos habéis  experimentado y reconocido como razonable, lo que se ajusta a vuestro bien y al de los demás .
¡Cuántas guerras y atrocidades  se  hubieran evitado con la aplicación de estos sencillos principios!
En la indagación de las verdades  supremas  esta debe ser, pues, la regla de oro, y el método por excelencia  de estudio, no la credulidad ciega, no el apego a las doctrinas o a las enseñanzas de algún maestro por respetado que sea, sino el examen imparcial  y riguroso .Recordemos como  la cultura occidental vivió por  centenares de  años de los conceptos de la física de Aristóteles a quien se consideraba infalible, lo mismo que del sistema geocéntrico de Ptolomeo, ambos erróneos. Porque también en la ciencia, existen ortodoxias inflexibles y visiones parcializadas  y estrechas e incluso larvados fanatismos. Bien se ha dicho que “ en la ciencia la última palabra debe siempre aplazarse” porque  se trata de un pensamiento vivo que, como lo demuestra toda la historia después del siglo XVII , cambia y se renueva constantemente .James  Lovelock, el verdadero fundador de la ecología, ha dicho que la ciencia organizada es también dogmática y sectaria y tiende a esterilizar toda creatividad.
Estos criterios son los que inspiran el trabajo de investigación teosófico. Porque, es necesario repetirlo  claramente: ninguna de las enseñanzas  divulgadas por H.B.Blavastsky   o por sus discípulos  constituye una verdad irrefutable. Es la propia Maestra quien lo dijo en muchas ocasiones. “ Esto puede ser o no aceptado- escribió – puesto que la Doctrina Secreta no se impone como un dogma infalible ….” . Y esto debe ser así porque tanto en la experiencia sensible  como en  la  concepción racional y en la  visión espiritual, tocamos lo más inmediato, lo más aparente y esto admite  indefinidas y sucesivas profundizaciones  y esclarecimientos.
La ausencia  de todo espíritu dogmático y de fundamentalismos doctrinales debe caracterizar a la verdadera ciencia  que sólo puede sustentarse como tal  en los hechos y su válida interpretación. Y lo mismo debe ocurrir en las investigaciones teosóficas porque como se dice  en las Cartas de los Maestros  de A.P.Sinnett “Nosotros construimos nuestra filosofía sobre la experimentación y la deducción”.
La  Maestra había advertido sobre el grave peligro que conlleva el dogmatismo : “ Esfuerzos parecidos al de la Sociedad Teosófica  han terminado, hasta ahora, en  fracasos ,porque más pronto o más tarde han degenerado en sectas, han establecido firmes y severos dogmas propios y de este modo perdieron gradual  e imperceptiblemente esa vitalidad que sólo la verdad viviente puede comunicar”.
El  escritor teosófico Rohit Metha  insiste  en la necesidad de mantenerse  en “ estado de apertura” ,porque “ es lo inexplicado lo que contiene la base de la verdad viviente, lo único que puede impartir vitalidad … el desafío de lo inexplicado evoca un espíritu de investigación y es la investigación lo que da nacimiento a la energía y a la vitalidad. No obrar de acuerdo con esta actitud  conduce, inexorablemente a la parálisis, el esclerosamiento  tanto en la ciencia como en la teosofía “Si decimos que conocemos todas las respuestas  a todos los problemas- son sus palabras- es completamente evidente que no hemos expresado todas las preguntas ante los fenómenos con los que nos enfrentamos”. El Tercer Objeto de la Sociedad Teosófica, habla, precisamente, de la investigación de lo inexplicado…..”Y ello es así porque como lo reconoció el cuarto presidente internacional de la Sociedad Teosófica, el señor C. Jinarajadasa  “ en realidad, en la Teosofía no disponemos de la totalidad del conocimiento de todos los hechos…quedan innumerables lagunas para ser llenadas…”
R. Metha plantea numerosos problemas no resueltos  en su importante  artículo La Teosofía no explicada  publicado en The Theosophist de marzo de 1989. Entre ellos  sólo mencionaremos algunos: la evolución y el surgimiento de nuevas especies, la memoria, la relación entre la mente y el cerebro y otros asuntos referentes al  karma, la reencarnación, la muerte, la constitución del hombre, el sendero espiritual, la unidad de la vida y las relaciones  entre lo oculto y lo místico, asuntos todos en los que son necesarias, en su criterio, nuevas investigaciones y esclarecimientos con renovadas orientaciones y enfoques. Y, ¿por qué no hablar también de los supuestos  contactos  con seres inteligentes de otros mundos? ¿ Basta encogerse de hombros para demostrar que no existen y que la inmensa masa de testimonios disponibles  es sólo fruto de las alucinaciones de mentes perturbadas ? .¿Puede seguir la Sociedad Teosófica  ignorando todo lo que ocurre en el entorno social,  en actitud autosuficiente y distante ?.He aquí  estimulantes y enormes desafíos, a los que sólo con este espíritu de renovada  vitalidad se puede responder adecuadamente.
8. El Ocultismo y la visión  integral de las realidades
Hay más : la perspectiva teosófica  anexa una novedad que puede parecer insólita  a este  examen  integral :  la investigación  de la leyes inexplicadas  de la naturaleza y de los poderes latentes en el hombre, que son, como se ha dicho, los términos  de su Tercer Objetivo,  es decir, todo lo que la tradición  ha denominado con el nombre genérico de ocultismo .Este aporte  es  enriquecedor  en grado sumo porque sólo una perspectiva materialista ya caduca y un concepto simplista  pueden negar  la realidad de los fenómenos ocultos . Bien dijo  Schopenhauer que “Para burlarse anticipadamente de toda simpatía oculta o de toda acción mágica hay que creer que el mundo se comprende bien, muy bien. Pero esto sólo es posible si se echa sobre el mundo esa mirada completamente superficial que no deja presentir que nos hallamos sumergidos en un mar de enigmas y de cosas incomprensibles, y que en el fondo ni conocemos ni comprendemos directamente ni  a las cosas ni a nosotros mismos.” Por ello las ideas  teosóficas   no se limitan a contemplar desde la altura de sus elevadas concepciones  los mundos de la ciencia, la filosofía  y  la religión, sino que introducen también dicha perspectiva que a muchos les parece  inverosímil  y casi incomprensible : la de los mundos invisibles que con sus energías y seres  interpenetran nuestra realidad y  sin cuya  consideración  ésta  será siempre  un enigma irreductible .Digamos de paso que  un gran físico como lo fue el mencionado  J. Wheeler  en su teoría sobre la geometrodinámica  plantea la existencia de universos interpenetrantes coincidentes en lo esencial con los diversos niveles del plano astral de que hablan los ocultistas . “ Las llamadas Ciencias  Ocultas-puntualizó la gran Maestra de la Teosofía-no son creencias imaginarias y supersticiosas como generalmente  se cree, sino que “ son ciencias reales, verdaderas y  muy peligrosas”  . Implican  el uso de  grandes  poderes latentes  en el hombre y la aplicación de leyes desconocidas de la naturaleza  cuyo mal uso, no se cansa de repetir Mme . Blavastsky  trae siempre graves  consecuencias, tanto para quien las practica  como para  la sociedad  en su conjunto. Sin la más pura intención, sin  una ética  rigurosa , estos poderes  conducen a la  perversión moral  y  a la destrucción  de  la  vida  social .No obstante es indispensable su  conocimiento para  comprender  al menos en parte la realidad o mejor, las múltiples realidades  en que estamos inmersos .Como lo dijo el Maestro KH, guía de la Sociedad Teosófica :” La vida es un misterio de los más grandes… para resolver este importante problema, uno tiene que convertirse  en ocultista…”Y este mismo Maestro en comunicación dirigida a A.P.Sinnett explica que se trata de un sistema de ciencia completo, cultivado en secreto y transmitido de edad en edad a los iniciados… y se halla mucho  más avanzado en conocimientos que la ciencia moderna “.Así los viejos fenómenos llamados “milagros” sólo son la aplicación de estas leyes ocultas que el Adepto puede manejar conscientemente; y aunque muchos han rechazado por fantástico  e inútil el estudio de estos temas, en realidad “ las verdades y misterios del ocultismo constituyen verdaderamente  un conjunto de la más alta importancia espiritual a la vez ´profundo y útil para todo el mundo” En particular puede liberarnos de la idea errónea de que exista algo en contra o por encima de las leyes naturales. Por ello concluye el Maestro K.H. “Los espíritus fuertes dicen: la edad de los milagros ha pasado .Pero nosotros contestamos: no ha existido jamás…”
Hay que insistir  en la validez  y  sentido de postular la existencia  de  realidades  ocultas  como  explicaciones plausibles de nuestro  mundo  sensible y de  muchos de los fenómenos que parecen incomprensibles . La “nueva  realidad, dice  el físico  Hans –Peter Dürr,  es totalmente diferente de lo que solíamos imaginarnos. La materia no es,  en el fondo , materia… la realidad es una potencialidad  operante, no divisible, inmaterial, viviente y en constante  transformación… el mundo percibido  es  muy diferente  al mundo de afuera….la ciencia  también  habla  en parábolas, la ciencia  ha perdido su preeminencia…. En definitiva,  sólo hay una suerte de vibración….”Gran sorpresa  : un físico  destacado como Dürr, amigo personal  de Heisemberg, habla  como  todo un ocultista, casi con las mismas palabras  que muchos años antes H.P.Blavastsky  había empleado cuando escribió : “ Una energía activa forma la esencia de la substancia  “.Y desde su punto de vista García  Márquez  lo deja entrever : “ Aún hoy estamos lejos de imaginar cuánto dependemos del vasto mundo que ignoramos “.
El  ocultismo ha postulado que “los pensamientos son cosas reales” que corresponden a un cierto tipo de energía cuyo efecto es tangible en nuestra realidad tridimensional aunque proceden de dimensiones no físicas. Esto es muy similar a lo que René Thom, uno de los matemáticos más brillantes de nuestro tiempo pensaba .Para él, en todo fenómeno hay “parámetros ocultos” y creía como Platón que las ideas como formas ideales y estructuras matemáticas son anteriores a las cosas materiales. Son entidades subyacentes  o “logoi” y esta concepción le permite sugerir que el continuo espacio-tiempo de la física moderna puede no ser el fundamento último de los fenómenos .Así Thom incursiona  en el campo vedado del ocultismo para asombro de sus colegas .Incluso llega a decir que la analogía es la clave privilegiada para descubrir estas estructuras subyacentes, es decir ,lo mismo que ha sostenido siempre la tradición esotérica .Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera .Y no está solo, porque un físico y matemático  contemporáneo de  primera  línea, Roger Penrose ,afirma que “ los objetos matemáticos tienen una existencia  intemporal por sí mismos”
El propósito de integrar la ciencia con el ocultismo no deja de ser una notable y original  idea que los maestros de la Sociedad Teosófica se esforzaron por validar desde sus comienzos. Según el Maestro  KH, los ocultistas tienen por misión” sumergirse y sacar a la superficie las perlas de la Verdad; la de ellos ( los científicos ), limpiarlas y transformarlas en joyas científicas …”.Con el estudio del espiritismo ellos pensaban que se daría  un gran impulso a la investigación científica de las leyes  ocultas de la naturaleza  ,los poderes  de la mente y las  dimensiones no físicas de la realidad, propósito que en definitiva se frustró porque como lo explicó H.P.Blavastky “los fenómenos fueron malinterpretados y tergiversados respecto a su naturaleza y su propósito”.
Es interesante  resaltar que muchas concepciones ocultistas , vistas como infundadas y fantásticas por la ciencia oficial, han encontrado con el tiempo plena confirmación .Es el caso del  átomo que los científicos consideraban casi unánimemente, cuando se escribió la Doctrina Secreta en 1888 como impenetrable e indivisible ( esto último es precisamente lo que significa la palabra “ átomo”, lo que no puede dividirse ). Pero en aquella obra fundamental la Maestra decía exactamente lo contrario : “ El átomo es elástico, ergo el átomo es divisible y debe estar compuesto de partículas o de sub-átomos ¿ Y estos sub-átomos ?.Son elásticos también en cuyo caso están  igualmente sujetos a la divisibilidad. Y así ad infinitum .Pero la divisibilidad infinita de los átomos resuelve a la Materia en simples centros de fuerza, esto es, excluye la posibilidad de concebir a la Materia como una substancia objetiva “. Hoy sabemos que todo lo dicho es  sustancialmente  correcto , no sólo  en lo que se refiere a la divisibilidad del átomo y sus partículas, sino también en lo que alude a lo  que ella llama “centros de fuerza” pues dichas partículas son excitaciones  de campos cuánticos, más que pequeños trozos objetivos de materia, todo  lo cual no deja de ser  sorprendente.” Los átomos se componen de partículas y estas partículas no están hechas de ninguna substancia material .Cuando las observamos nunca vemos ninguna substancia; lo que nosotros observamos son modelos dinámicos continuamente cambiando uno en otro- una danza continua de energía” puntualizó el físico F.Capra, en su famosa obra  El Tao de la Física.
 Precisamente en  esta misma  dirección  A.Besant  y C.W.Leadbeater  dieron  un paso inédito con una extraordinaria y casi increíble iniciativa que no ha sido considerada con suficiente detenimiento ,  ni  la con la debida continuidad .A partir de 1895  comenzaron a investigar por medios clarividentes la naturaleza de los átomos, observaciones que publicaron bajo el título de Quimica Oculta  en 1908  .Fue  así  como por medios extrasensoriales desconocidos por la ciencia oficial observaron el núcleo de diferentes átomos , viendo que estaban formados por diversas partículas subatómicas, mucho antes de se aceptara por la ciencia esta idea con el descubrimiento del protón en 1919 y  del neutrón en 1932. Asimismo, los teósofos ingleses  descubrieron cinco  átomos no conocidos  que luego fueron individualizados por la ciencia moderna entre 1920 y 1940.También observaron  variaciones desconocidas en los átomos de neón ,argón, criptón, xenón y platino que en 1913 Francis W.Aston descubrió y denominó “isótopos” lo que le hizo merecedor  del  Premio Nobel  de Química .Aston aceptó  conocer el trabajo de los clarividentes ingleses en un artículo dirigido a la Asociación  Británica según la investigación de Jeff Hughes consignada  en su libro : El Ocultismo y el Átomo : la curiosa historia de los isótopos. El físico atómico Stephen  Phillips, por su parte,  después de un pormenorizado análisis de la obra ,  concluye que hoy se ha demostrado el mérito científico del trabajo de los citados ocultistas” por su alto grado de concordancia con las ideas y hechos debidamente fundados de la física nuclear y de las partículas  …”.Phillips, que es  un físico competente ,considera que el caso de los dos teósofos  es  único en la historia y en tres libros y artículos de investigación revisados por pares  ha dicho textualmente que “  las observaciones clarividentes de Besant y Leadbeater  son abrumadoramente consistentes con los hechos de la física nuclear y con la teoría experimentalmente bien establecida de los quarks ,sobre ninguna de las cuales podían haber sabido nada hace 115 años, cuando comenzaron sus investigaciones. Esto significa que los escépticos de lo paranormal no tienen otra opción lógica que admitir que la PES ( Percepción Extrasensorial ) del mundo de la microfísica es una verdadera facultad humana” En tal sentido cita el verso 44 del Uttara Tantra  según  el cual “  el primer poder de conocimiento es la visión divina que es la habilidad de ver lo extremadamente distante y pequeño “.El propio Aston guardó prudente  silencio sobre este asunto con el fin de no sufrir el descrédito por parte de sus colegas, pero en sus papeles señalaba que Besant y  Leadbeater no solamente habían anticipado la existencia del que llamó  meta-neón, sino que habían indicado su peso atómico como 22.33 la masa del hidrógeno, hecho que sólo  años más tarde, en 1912 ,fue confirmado siendo su masa casi igual a la precisada por los teósofos”, rara” coincidencia” que ciertamente perturbó a Aston. Los clarividentes, señala igualmente Phillips, detectaron mucho antes que los científicos los átomos de prometio,  astato, francio y tecnecio, todos ellos inestables, dando sus pesos correctamente, lo cual no era posible inferir de la tabla periódica .Por ejemplo, del Francio  dieron un peso de 222.55  , pero  sólo se descubrió este elemento, el número 87 , en  1939 con un peso de 223 .El elemento 85, el astato fue descrito con un peso de 221 y esto sólo fue descubierto en 1940 con un peso de 223 .Es más, Besant y Leadbeater  plantearon  la existencia del “ Atomo Físico Ultérrimo” (AFU) , cuyas descripciones muestran sorprendentes  similitudes con las supercadenas cerradas  o cadenas bosónicas y con los modelos de matriz de seis dimensiones del espacio de la ciencia moderna En muchos diagramas de la Química Oculta aparecen líneas simples de fuerza que terminan en AFUs exactamente de la misma manera como el modelo actual concibe los flujos terminados  en quarks .Ejemplo de lo anterior es la configuración en forma de Y  de líneas simples de fuerza finalizadas en AFUs según los teósofos lo que coincide con el descubrimiento  realizado en 1975 de bariones en forma de cadenas en Y con quarks  en sus  extremos .Incluso Leadbeater utilizó correctamente el mismo nombre de “ cadena” , tal como aparece corrientemente en los actuales estudios científicos de la microfísica .Podemos decir, finalmente, que los trabajos clarividentes  de los ocultistas  británicos esperan nuevas confirmaciones pues sus descripciones indican que los quarks no son las partículas fundamentales.
Sobre estas investigaciones el teósofo  argentino  Pablo Sender  explica que “ los esfuerzos teosóficos para mostrar la validez de la percepción extrasensorial para estudiar la realidad física se hicieron con la esperanza de que una vez que los científicos reconocieran la validez de estos medios y gradualmente los incorporaran, no pasaría mucho tiempo antes de que descubrieran que los nuevos medios de investigación pueden traer las dimensiones no-físicas del universo  dentro del alcance científico” Esto, por supuesto, constituiría  un avance formidable para el conocimiento humano .En el  futuro y como  en la más remota antigüedad ,los sabios  serán también  clarividentes  de manera que podrán interpretar el  mundo  material desde sus dimensiones ultrafísicas. Sabrán  entonces, con  toda certeza, no  sólo cuál es la constitución íntima  de la materia más  sutil, sino también, de manera  experimental, cuál es la esencia de la vida y el destino  del hombre  después  de la transición  que llamamos “muerte”, entre otros muchos  asuntos .Usaremos entonces  al máximo un  instrumento de potencia fantástica : nuestra propia mente . No olvidemos que  como dice el citado físico Stephen Phillips “ La instrumentación tiene una gran influencia en la emergencia y cambios de las teorías  científicas “.
Y hablando de la vida y de sus complejísimos  fenómenos no podemos olvidar el aporte de Rupert Sheldrake, un destacado biólogo heterodoxo, para quien las especies tienen una suerte de  memoria colectiva según la teoría de los campos morfogenéticos los cuales determinan los hábitos, formas y  conducta de todos los organismos vivos. Sheldrake  insiste en que la teoría mecanicista  que todo lo reduce a procesos químicos es insuficiente para explicar fenómenos como la migración de las aves y otros muchos comportamientos innatos, la memoria, la herencia o la misma mente. En los llamados campos morfogenéticos se acumularían las experiencias de los individuos dando lugar a una especie de memoria grupal, responsable del instinto y de los hábitos .A diferencia de  lo propiamente  genético que responde por la evolución física de los organismos la memoria no se transmite químicamente  sino por lo que Sheldrake  llama “ resonancia mórfica” que opera en la distancia y a través del tiempo y el espacio. Esto explicaría por qué ciertas especies como los monos de la isla de Koshima en Japón  que aprendieron a limpiar sus batatas de pequeñas  piedras y arena, trasmitieron este mismo conocimiento a otros monos en lugares distantes con los que nunca tuvieron contacto. Y también  por qué  en los bancos de peces en los que no hay un líder que los demás  imiten  ,todos giran  al mismo tiempo en la misma dirección  en una fracción de segundo, es decir, actuando  como un único sistema viviente.
Las ideas del biólogo británico no  sólo se refieren a lo que determina la forma y el comportamiento innato, instintivo o subconsciente, sino también a la transferencia de nuevos conocimientos y conductas extensivo a todas las especies. Esto tiene gran importancia para aclarar los comportamientos colectivos, las modas y sorpresivos cambios de actitudes e ideas y muchos fenómenos culturales  pues todos recibimos la influencia de estos campos y de su resonancia. Por ello, si mucha gente piensa en una misma cosa, esto hace más  fácil para los demás  pensar en lo mismo, produciéndose de esta manera una especie de efecto catalítico que contrarresta la inercia de las viejas ideas en las que muchos han pensado igualmente durante años.
Sheldrake  cuyas  trabajos  fueron  considerados por la  revista  científica Nature  como “ los mejores candidatos a la hoguera”, nunca  ha vacilado en sus hipótesis a las que considera” tan probables como las demás convencionalmente aceptadas”; y a pesar  de reconocer el gran paralelismo entre ellas y las ideas tradicionales del ocultismo oriental, insiste en que sólo se basa en la ciencia occidental. Sus hipótesis empero fueron evolucionando a partir de la consabida incredulidad materialista  de muchos científicos a un intrincado pensamiento metafísico que penetra en los mundos misteriosos de lo intangible ocultos tras las formas materiales. ”Pero  precisa que” no es que haya nada inmaterial organizando las partículas, es que no existe la materia  en el sentido tradicional”. Según  todo lo anterior parece claro  que el hereje  británico  se encuentra muy cerca del pensamiento más esotérico. Veamos,si no, lo que Jinarajadasa, otro destacado teósofo dijo sobre el particular muchos años antes  del primer libro de Sheldrake : “Así como un organismo individual es una unidad dentro de un grupo, la vida contenida en él forma también parte de un alma-grupo. Tras los organismos del reino vegetal está el alma-grupo vegetal, depósito indestructible de las fuerzas vitales que van adquiriendo complejidad por la construcción de formas vegetales. Cada unidad de vida de esta alma-grupo, al venir a la tierra en un organismo, trae la suma total de experiencias de los organismos anteriores construidos por el alma grupo y al volver a él cuando muere, aporta lo ganado en facultad de reaccionar en nuevos modos sobre el ambiente .Otro tanto ocurre en el reino animal: cada especie, género y familia tiene su compartimento en el alma grupo- animal colectivo…”
Un notable ejemplo de cómo las doctrinas antiguas  pueden  sugerir ideas  renovadoras en los modernos  científicos  tiene que  ver  con el concepto de Akasha que según la tradición oculta consiste en una especie de memoria de todo lo acontecido desde el inicio de los tiempos que estaría registrado  en el éter o Akasha, un  fluido inmaterial y sutil que los antiguos hindúes decían  que penetraba todo el universo y que sería  además el peculiar vehículo del sonido y de la vida.
Ervin Laszlo, brillante  humanista y científico  húngaro ha retomado este concepto. “Yo creo que existe un campo de información como substancia del Cosmos en el que todos tomamos parte. Esta dimensión que no se puede observar pero que es real, hace que todas las cosas conecten entre si y es también una memoria. Cuando algo ocurre, la información permanece en esa dimensión… hace cinco mil años los sabios hindúes, aparte de los cuatro elementos ( aire, fuego ,tierra, agua ) definieron un quinto elemento que los contiene a todos : el Akasha, la matriz de toda la materia y fuerza del universo. Y me di cuenta de que esta idea era la que yo intentaba definir como un campo psíquico profundo. .El campo akashico crea coherencia entre los diferentes campos (electromagnético, gravitatorio, nuclear, cuántico y el de Higgs ) y explica los misterios que las diversas ciencias compartimentales no son capaces de explicar…. Todo está  autoorganizado. Yo mismo y otros científicos creemos que el campo akásico está implicado en la evolución del universo… Los universos nacen unos de otros… la información que se ha generado en este primer universo es heredada por el segundo, de la misma manera que un cigoto tiene la información de los padres. El campo akashico es  holográfico, la información de toda imagen está en cualquier punto .Todo está conectado  y nada desaparece….”-
H.P. Blavatsky aboga decididamente por esta cooperación  entre  el  ocultismo y la ciencia, entendidos ambos como elementos dinámicos  en continua y vital evolución  y enriquecimiento :”No hay duda de que la Filosofía Oculta podría aprender mucho de la Ciencia Exacta moderna ;pero esta ,por otro lado, podría progresar por la antigua  sabiduría en más de un ramo, y principalmente en Cosmogonía “ escribió  en la Doctrina  Secreta, la obra fundamental de la teosofía contemporánea .Laszlo es un ejemplo notable de tal cooperación .
Por lo expuesto tal vez no sea exagerado  decir con el historiador Jean Riviere que “ Los esoterismos, por su potencia de acción sobre los planos ideológicos, manejan el mundo”.

 9. Recuperar  lo religioso y  su  perspectiva  holística .
En un blog  ateo podemos  leer  esta terminante  declaración: “Nosotros  los no religiosos, tenemos vidas plenas  sin depender de lo sobrenatural. Más aún, creemos que cualquiera puede encontrar sentido en una vida orientada a lo humano y centrada  en el aquí   y el ahora en lugar del  más  allá”. Sin duda, esto puede ser cierto para  algunas personas. Pero  en el estado de postración moral, de crisis de valores y de pérdida de principios superiores  que  gravita sobre el ser humano y la sociedad, podemos  afirmar con certeza que esto no puede extenderse  a todos los seres  humanos, ni siquiera  a la mayoría. El propio B. Russell, modelo de todos los incrédulos modernos, sentía, según la biografía escrita por su hija Katherine,” un sentimiento de desarraigo ,de no tener un hogar en este mundo “ y  en secreto su vida fue “ una búsqueda de Dios”. Por su parte, El  sociólogo  P.A. Sorokin, al registrar  la profunda crisis  en que  vivimos se preguntaba : “ si  no hay valores religiosos, ni éticos, ni jurídicos que rijan nuestra conducta ,¿qué queda entonces? Y luego  de muy extensas  y  eruditas investigaciones plantea  el  hecho de que esta  crisis no surgió súbita ni recientemente…., “ se debe a la naturaleza utilitaria y hedonística, relativista y condicional de los valores éticos y jurídicos de todo el sistema  social…. No hay  valores o normas trascendentales que orienten nuestra vida y  rijan nuestra conducta…” Y  concluye  en su monumental obra  Sociedad , Cultura y Personalidad :” Sin una nueva universalización de los valores no es posible salir de este callejón…Tal  es el veredicto de la historia…”. 
Por ello, el nuevo paradigma  deberá replantear el sentido y valor de  la religión y su función  en la vida humana y  en la sociedad. Es necesario, en consecuencia, considerar una vez más la  gran cuestión sobre la naturaleza de la religión:  ¿es  algo  puramente imaginario  para tratar de explicar nuestra realidad y la multitud de fenómenos naturales  que parecen incomprensibles o un  consuelo inventado  para  nuestros grandes males,  una “impostura  necesaria “ como pensaba  Renan  o una respuesta  infantil   y neurótica para huir de una realidad que nos agobia, según Freud ?. Estas preguntas  se las plantea  con rigor  y franqueza un gran pensador contemporáneo,  el teólogo  Hans  Küng para quien la incredulidad atea llevaría  implícita la aceptación  de nuestra situación de absurdo  radical  como pensaban los existencialistas; o bien ,descansaría en  una confianza  en último término infundada  en  la realidad “ : quien  niega a Dios, no sabe  en definitiva porqué  confía  en la realidad” son sus palabras. Es  más  racional  creer  que  el mundo tiene un fundamento, un sustento último  inteligente, un principio  absoluto y eterno, que afirmar que no tiene fundamento, ni sustento, ni principio alguno inteligible. Es preciso también reconocer  como lo hizo el teólogo Joseph  Ratzinger (Benedicto XVI )  en su debate con Habermas que : “  En  la religión existen patologías sumamente  peligrosas…pero también  existe en la razón una desmesurada arrogancia (hybris)” . Pero es un incrédulo como Savater quien ha  explicado  magistralmente  el papel de la religión  en la vida humana porque ella  “ nos rescata  de la perdición del tiempo y del acoso irremediable de la muerte… nos asciende de uno u otro modo al sublime resguardo de la eternidad y esto permite a los humanos sentirse realmente significativos, es decir, partícipes de una trama de sentido permanente e inviolable que nada  limita  ni condiciona”
Así como el sordo  es incapaz de apreciar la música los no creyentes no pueden entender el sentido de lo religioso. La vivencia religiosa- cuando es auténtica y realmente pura, libre de elementos espurios – tiene una naturaleza específica .Lo santo  es irreductible, es un valor sui-generis y se experimenta  con certeza de su realidad. Es una experiencia  interior abrumadora, una realidad sobrecogedora y supramundana, un misterio “ fascinante y tremendo”. Y así como en la experiencia supraracional, el artista no puede dudar de lo bello, el hombre religioso no puede dudar de lo santo que se le impone con fuerza irresistible .Pero esta vivencia ostenta un carácter  infrecuente: son pocos  los afortunados seres humanos que la han experimentado, aunque  en el curso de dilatadas edades si son muchos los testimonios que aluden a ella en forma coherente y notablemente  coincidente.
Un nuevo hombre  está surgiendo de nuestro fabuloso desarrollo tecnológico. Y puede llegar a  ser un monstruo; un ser sin ninguna inclinación espiritual y con apetencias exclusivamente materiales; un ser controlado por la autoridad política y por los intereses comerciales de élites sin moral , dirigido por la propaganda y sin ningún discernimiento , un robot, en suma.
Y  hay cosas más inquietantes aún : las manipulaciones genéticas conducen a grandes avances científicos pero también a graves problemas morales, tan graves como nunca antes se habían plan teado; en el largo plazo muchos creen que se podrán crear en el laboratorio seres vivos inteligentes que serán diseñados para propósitos determinados. Un mundo de horror se vislumbra: hombres-robot, máquinas autónomas pensantes sin emociones, cerebros sin cuerpo, esclavos y soldados mecánico-biológicos, instrumentos ciegos de dominación-¿Ciencia-ficción?. Ahora si .Pero como dijo el biólogo J.B.Haldane “lo que no ha sido será y nadie podrá evitarlo” –Y por ello un científico como Fred Hoyle decía que los biólogos moleculares en el futuro “deberán trabajar en total secreto detrás de alambradas electrificadas” . Posiblemente ya lo están haciendo-
 El  ser deshumanizado que ahora somos  y que  es el antecesor de  los monstruos mecánico- biológicos que creará  la tecnología , sólo podrá recuperar su humanidad si mira más hondo dentro de si mismo, si logra vislumbrar  la naturaleza espiritual de su esencia .Para este propósito las doctrinas teosóficas tendrán una importante misión :  enseñar al hombre  cuál es su verdadera  naturaleza tal como lo descubrieron  en el pasado generaciones de videntes, místicos y maestros de  todas las tradiciones. Y  es  justamente un gran historiador,  el británico Arthur  Toynbee quien  en su obra La Civilización puesta  a  Prueba  se hace esta pregunta  fundamental  que  de inmediato responde : “¿Qué  debemos hacer para salvarnos?... en la vida del espíritu volver a colocar la superestructuctura secular sobre fundamentos religiosos…”.
En este gran esfuerzo, la  Teosofía, como lo hemos dicho– por su visión espiritual superior – es una voz que debe ser oída. Todo ello deberá  conducir, necesariamente, a la construcción de un nuevo paradigma y al fin a una nueva religiosidad sin rígidos dogmas, sin creencias absurdas, sin jerarquías opresoras, sin apelación al miedo, sin infravaloración de lo humano, sin manipulación. Y  sin fanatismo. Como con franqueza lo expuso  el  Dalai Lama en su cuenta de Facebook  “La  religión ya no es suficiente… estoy cada vez más  convencido de que ha llegado el tiempo de encontrar una nueva manera de pensar la espiritualidad y la ética más  allá de las religiones en su conjunto.” Esta  idea naturalmente se relaciona con  los dogmas arraigados por largas edades  que no son otra cosa que simples opiniones impuestas por una autoridad  y como lo  expuso H.P.Blavatsky “ El  dogma y la autoridad fueron siempre azotes del género humano y los más violentos enemigos de la luz de la verdad “ 
En síntesis, si la cultura humana  ha de reorientarse  en un sentido positivo y superior  que  dirija al hombre hacia  fines más altos  y hacia un orden social  mejor, es preciso  integrar  el  gran avance que la ciencia  ha  aportado  en cuanto inteligencia y dominio de nuestra  realidad  con  su más  honda interpretación  filosófica  y con lo  que la religión significa  en dirección  al sentido  y  valor de la existencia; y además, la nueva  religiosidad debe superar  definitivamente las concepciones ingenuas  , antropomórficas y fantásticas del pasado, sus mitos infantiles, sus supersticiones  ,para avanzar   hacia  concepciones más profundas y filosóficas   que en principio  no deberían ser  incompatibles con la razón y con la ciencia.
El  primer  momento  de esta nueva  religiosidad  que nos aproxima  al  conocimiento científico  resultará  de la expulsión de lo sobrenatural de la vida humana porque sólo podemos aceptar  la plena vigencia de la leyes naturales, muchas de ellas desconocidas pero todas libres de  intervenciones milagrosas incomprensibles  y arbitrarias. En  un segundo momento el hombre, a través  de la ciencia y de la técnica intenta  recuperar  totalmente  el control de su vida y esta es la etapa  en  la cual  nos hallamos desde hace  cuatro siglos. Pero  en un tercer momento -  y este constituye nuestro horizonte futuro – llegamos a advertir  que es necesario recuperar la conexión con lo sagrado como única forma de dar cuenta  de la totalidad, del sentido y del  valor, cosas que están mucho más  allá de lo que la ciencia  puede brindarnos. Porque al profundizar sobre lo puramente  material, notamos que su misterio sigue penetrándolo todo; que la ciencia no tiene ni puede tener las respuestas  definitivas; que es lícito y también necesario, ver  más  allá de lo puramente  empírico y que lo divino, realmente no puede morir  en lo más  profundo de nuestra mente, porque, a pesar de su enigma es garantía de sentido  y valor .
El trabajo de la Sociedad  Teosófica, en  este  contexto, no se limita  a la repetición acrítica y rutinaria de las antiguas doctrinas, queremos insistir en ello .Debe, en cambio, examinarlas con atención, separando lo que es fundamental de lo que resulta de la cultura de cada época y sociedad y al tiempo que efectúa esta labor, debe examinar también las nuevas  corrientes del pensamiento para, de igual manera, escrutar  sus  verdades profundas y sus condicionamientos  culturales. Y debe, además,  propiciar el advenimiento de nuevas dispensaciones, como lo vieron A.Besant  y Leadbeater.
En este sentido la doctrina de la evolución espiritual  representa “la idea más fecunda que la Teosofía moderna ha  introducido a la cultura mundial” en palabras de Richard Smoley ( The Quest,Sociedad Teosófica de E.U., Enero de 2010 )  ya que según pensadores  como R. Guénon, “las concepciones  tradicionales  de  karma y reencarnación por si mismas no implican la evolución, es decir, que la mónada individual no progresa o evoluciona por el mero hecho de pasar por innumerables encarnaciones.”. Y por ello, para Guénon, el más implacable crítico del mundo moderno” no estamos en un arco ascendente hacia una mayor conciencia, estamos muy en el nadir de un ciclo y “pretender que estamos  en evolución es más que engañarnos; huele a la obra de las siniestras  fuerzas contrainiciáticas.”Pero  este erudito autor, anclado en lo estático, no ha considerado que la evolución- que es el Plan de Dios  como lo dice Alcione en A los Pies del Maestro-, es la mejor explicación  posible de todas las vicisitudes  sin número , no sólo de la vida de los seres humanos  sino de todo el Cosmos en sus incesantes cambios y transformaciones. Lo manifestado puede ser todo lo ilusorio que se quiera, pero exige también una explicación. La evolución dice I.K.Taimni – es una idea dinámica, más fascinante cuando más se la estudia. Nos da como en un relámpago una penetración en todos los procesos de la Naturaleza que ocurren ante nuestros ojos .Fusiona en un conjunto integrado todos los hechos y fenómenos de la vida que alcanzamos a conocer. No sólo ilumina el pasado y el presente, sino también nos da una vislumbre del futuro… nos indica la perfección que hemos de alcanzar algún día, y también los peldaños de la escala por los cuales ascendemos hacia esa perfección…es la certeza de nuestro triunfo final sobre todas las dificultades, imperfecciones y  limitaciones”. De no ser así, según la tesis de Guénon, ciertamente la vida no sería  más que “ un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia y que nada significa “ como se dice en  Macbeth, una de las obras  de Shakespeare.
10.La  Unidad  fundamental
¿Qué es la espiritualidad?, se preguntaba  Annie Besant  para responder  seguidamente: “ Es la conciencia de la unidad, nada más, pero nada menos “
David Bohm, antiguo colaborador de Einstein  e importante  físico contemporáneo  ha dicho que la física  le enseñó “  la  necesidad  de comprender que el mundo es un todo”. Este notable físico, durante más de cincuenta años desarrolló  la hipótesis de que el Universo forma un todo sin fisuras a pesar  de su  fragmentación  aparente y de acuerdo con “un orden implícito” que lo dota de sentido unitario. Y  Bohm plantea algo más sorprendente: a un nivel profundo la materia y la conciencia se entretejen y afectan mutuamente.
La moderna física revela pues  esta realidad  fundamental: “Cada objeto tiene sus raíces en los confines del  Universo. Flota sin fronteras  en un Océano de energía  sin  orillas, está  habitado por todos los demás. Es todos los demás…” como lo expuso el  filósofo Roger Garaudy. Esta Unidad esencial había sido vista  con claridad  por la más antigua  tradición que proclamaba  que el Atman, el  yo eterno inmanente  es uno con Brahman , el principio Absoluto. Según  Shankara “ El sabio es el que comprende que la esencia de Brahman y de Atman es conciencia pura y advierte su completa identidad….”. También  Plotino lo  expresaba  en estos términos: “ Cada  ser contiene en si mismo todo el mundo inteligible. De ahí que el Todo está  en todas partes. Cada uno es Todo, y todo es cada uno…” 
Y   Teilhard   también  vió  esta unidad  esencial  de  todas  la cosas, materia y espíritu  a la vez,  de tal manera  que la  corriente universal  del devenir que es la evolución se comprende como un proceso  de progresiva  espiritualización  a través  de una  unión creciente. Y  a pesar de la confusión  y discordia  de la Humanidad esta corriente  la arrastra hacia una unidad  más grande, de acuerdo  con su visión de la “ unión creadora” : los muchos se dirigen a ser uno no a través de la fusión y la pérdida de identidad, sino a través de una forma de unión  más alta que reúne los elementos   individuales en una unión más  elevada, nueva  y  compleja  síntesis ,algo  inédito cuyo resultado último, la cima espiritual  de la evolución , es  lo que  el gran pensador católico   llamó punto  “ Omega”.
 Es más: el hombre debe – y esta es  también una gran urgencia -  espiritualizar su dominio sobre la naturaleza: comprender que la Vida  es un todo armónico y que el daño que se hace  a la naturaleza, nos lo hacemos a  nosotros mismos.
.La   Unidad  esencial  de  todas las cosas, es, sin duda la  doctrina  teosófica  fundamental. Por  ello Annie  Besant   la  expuso  con elocuencia en su “  Invocación  a la  Unidad “   en estos inspirados  términos :
¡Oh Vida  oculta  que  vibras  en cada  átomo!
¡Oh  Luz  oculta  que  brillas  en cada criatura!,
¡Oh   Amor  oculto que todo lo abarcas  en la Unidad!,
Que  cada ser se sienta uno contigo y  sepa  que por lo tanto,
Es también  uno con  todo lo  demás…..”

Los Maestros que velan por la humanidad vaticinan que algún día” todos los sentimientos humanos llegarán a fundirse en un solo sentimiento universal, el único verdadero y santo,el único que no será egoísta y será eterno :  el amor “
Esta  profunda  comprensión, implica, sin duda, la definitiva y radical superación de la gran crisis escatológica que afecta  la cultura  humana que sólo así podrá, al recuperar  el  sentido y valor de la vida, dirigirse a sus más  altos destinos  según  el Plan Divino de la Evolución.

Gonzalo   Echeverri  Uruburu
gonech@hotmail.com




















No hay comentarios:

Publicar un comentario