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lunes, 30 de mayo de 2016

LA  MUERTE    DE  DESCARTES  Y EL REALISMO MÁGICO
                                                                                                   Gonzalo  Echeverri   Uruburu
                                                                                                          
Descartes,  a  quien  con  razón  se ha llamado “ el padre  de la filosofía moderna”,  murió  en manos  de un médico que lo odiaba, según la viperina lengua de Voltaire .Pero su espíritu , que demandaba vigorosamente ideas claras  , distintas  y evidentes como criterio de verdad ,sobrevivió  muchos años . Como  matemático que era buscaba verdades  inmunes a todas las fluctuaciones de las apariencias y opiniones  y  a las  ideas vagas, confusas  e  imprecisas . y esta certeza  matemática fue la máxima  aspiración  de los pensadores modernos  inspirados por el genio francés.
     Pero  desde mediados  del siglo XIX empezó  a  ocurrir algo insólito:  las matemáticas, modelo  acabado de claridad, racionalidad y certeza, se  fueron convirtiendo en algo cada vez más heterodoxo : surgieron geometrías  exóticas que parten de principios  diferentes a los  tradicionales de Euclides  :las  de Riemann,  Lovachevstky  y Bolyai, entre otras.  Según las matemáticas trasfinitas  de George Cantor, quien murió loco, el todo no es mayor que las partes de acuerdo con unas ideas que hoy se consideran fundamentales pero que fueron duramente  combatidas en su época;  Poincaré  las calificó de “enfermedad”.
         La  física moderna, por  su parte, se ha ido separado  cada vez  más  del ideal cartesiano  de claridad y evidencia. El punto de partida  de  teorías  fundamentales  como la  de la  relatividad  de Einstein  , que la velocidad  de la luz  es  siempre la misma sea  que la midamos   desde un punto en reposo o en movimiento , no  tiene nada  de evidente, todo lo  contrario,  hasta el punto de que  Michio Kaku, gran divulgador de la ciencia, dice que “ parece una broma colosal de la naturaleza”. Y la dualidad  onda – partícula  fundamento de la mecánica  cuántica  es  una evidente  contradicción pues el sentido común  rechaza  la idea  de  algo insubstancial que  se extiende  en el espacio y  que aparece también en forma puntual. Con los nuevos hallazgos y formulaciones de la física, las leyes de la naturaleza dejan de ser inexorables y se convierten en simples  probabilidades estadísticas: ya no es imposible que al tirar una moneda  al  aire, esta caiga hacia  arriba. El porqué  de las leyes de la naturaleza  es tan incomprensible que el gran matemático Von Neumann, las llamó magia negra, lo de negra  tal vez por su carácter oscuro y hasta odioso. La violación de la lógica está  en el corazón  de la física moderna que habla de partículas  que retroceden en el tiempo o que acepta que los efectos pueden ser anteriores  a las causas, o que el electrón salta de una órbita  a otra  sin cruzar el espacio intermedio, o que una misma partícula  puede  estar  en dos lugares  a la vez; o que sin importar la distancia, todo está relacionado ; o que - lo que ya  es  colmo – el universo  surgió  espontáneamente  de la nada , y así muchas otras cosas  raras  y  fantásticas .Por ello el Nobel Steven Weinberg  opinaba que” la física teórica  se parece  cada vez más  a la ciencia- ficción”; y el legendario R. Feynman  decía  que “ hay que aceptar la realidad como es : absurda”.
         A pesar de la protesta de  físicos muy  lúcidos  como el  Nobel Leon Lederman, estas concepciones  se han convertido en patente de corso para las ideas  más  extrañas y delirantes de la Nueva  Era , como la de que literalmente nosotros  creamos   la realidad  con nuestro pensamiento o que vivimos  al mismo tiempo  en muchas  dimensiones o que desde el futuro podemos influir  en el presente.” La  idea  básica  detrás de todo esto- dice Barbara Marciniak - supuestamente inspirada por seres de Las Pléyades - es que podéis crear todo aquello que penséis” y  según la sanadora Gloria Chadwick “ todas  las vidas pasadas, presentes y futuras están teniendo lugar simultáneamente, cada una influenciando y afectando a la otra”.   Y ello para no hablar de la posibilidad “ muy  práctica “ de convertirnos en inmortales según Leonard Orr .        
      Todo esto  suena  a  “realismo  mágico “.Nunca se había  presentado un desafío  más grande  al sentido  común y a  la lógica más elemental.¿ O será que es verdad, como dijo H.P.Blavastsky ,la gran Maestra del ocultismo moderno,   que  “ la realidad es más extraña que la ficción”? . Lo cierto es que casi nada parece  ahora realmente  claro, evidente, no equívoco. Que Descartes descase en su tumba.