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martes, 16 de agosto de 2016

Una reflexión sobre creyentes y escépticos
Discusion- 
The Amazing Meeting es un congreso organizado por la Fundación Randi, que desde 2003 se viene celebrando anualmente. En el de 2010 estuvo invitado Phil Plait, de Bad Astronomy, y en su exposición habló de algo que sigue de actualidad: ¿cuál es la manera correcta en la que un escéptico debe transmitir su mensaje? No había visto su intervención hasta ahora, y tengo que confesaros que sus palabras me han hecho reflexionar. Su intervención está traducida al español, pero si no se entiende inglés es muy incómoda de seguir, ya que es muy larga y Phil habla muy rápido. Por ello, he hecho una traducción libre de sus principales mensajes, que os cito a continuación:
Creo que el escepticismo está evolucionando de una manera alarmante últimamente. No siempre, pero en algunos casos el tono utilizado por los escépticos está degenerando. En vez de usar la razón, que es la base del pensamiento crítico, se está abriendo paso el insulto y el menosprecio, y eso no me parece bien. Déjenme hacerles una pregunta. ¿Cuántos de ustedes aquí presentes, han creído en algún momento de sus vidas en OVNIs, religión, poderes mentales, magos voladores… lo que sea? Nadie nace escéptico ¿verdad? Ahora respóndanme. ¿Cuántos de ustedes dejaron de creer en esas cosas porque alguien se les plantó delante y les dijo que eran idiotas y retrasados?
¿Cómo podemos convencer a una persona de que no está razonando correctamente? Muchas veces cuando tratas de hacerlo, y desacreditas una creencia (debunking), se obtiene justo el efecto contrario y esta creencia se populariza más.  Es realmente irritante. Pero es que el mensaje que transmitimos no es nada gratificante: no hay magia, no hay vida eterna, no hay una autoridad moral en forma de figura paterna (Dios, seres extraterrestres que nos protegen…). Y así no nos debe de extrañar que la gente prefiera la fantasía a la realidad. Recibir regalos de los reyes magos o el viejito pascuero es más divertido que recibirlos de los padres.
Por si fuera poco, los escépticos y científicos solemos ser vistos como unos estirados asociales. Los creyentes en cambio se enorgullecen de serlo. Incluso nuestra sociedad le da más valor a la fe que a la duda. ¿Cuántas películas giran en torno a la fe? ¿En cuantas películas el protagonista es un personaje que duda ante todo? La creencia es el ideal más alto.
Y visto como está la situación, ¿quién demonios quiere salir a escena a dar un mensaje tan desagradable como el que damos nosotros? Las posibilidades de que progresemos son muy bajas. A los datos me remito: la religión sigue teniendo infinidad de adeptos más de 200 años después de la Ilustración.
El movimiento escéptico tiene una tarea difícil por delante, y aunque todos tiremos con fuerza no lo hacemos en la misma dirección. Pensemos un momento. ¿Cuál es el objetivo del movimiento escéptico? La respuesta puede ser diferente para cada uno. En algunas ocasiones me pregunto si estos objetivos son razonables. ¿Podemos eliminar la pseudociencia? La experiencia dice que no. Si alguna creencia se consigue erradicar, este espacio será ocupado por otra nueva creencia. En mi caso particular, mi objetivo no es erradicar la pseudociencia, sino enseñar a pensar a la gente y enseñarles a usar la razón cuando quieran reflexionar sobre algo. Pero hay que hacerlo con cuidado. Un martillo te puede servir para clavar un clavo, pero si se maneja con rudeza puedes destrozar la pared. En muchas ocasiones es mejor dar golpes pequeños pero bien enfocados.
Últimamente nos estamos perdiendo en las discusiones, en las que se etiqueta a la gente con insultos. Hay gente tan metida en su papel de escéptico, que ni siquiera se cuestiona sobre su propia posición. Los egos están tan fuera de control que incluso llegan a desplazar a la propia lógica.
Recordad que tenemos todo en contra. Los creyentes son muchísimos más que nosotros y el cerebro humano está preconfigurado para la fe, y no para el pensamiento crítico. Se necesita mucha práctica para cambiar ese funcionamiento. ¿Cómo podemos conseguir nuestro objetivo? La respuesta es: comunicándonos. Y en este punto, nuestro comportamiento, la manera en la que entregamos este mensaje, es crucial. Volviendo a la pregunta que os hacía al principio, en mi caso no recuerdo el momento en el que dejé de creer y me convertí en escéptico, pero no fue de un día para otro. Fue algo gradual en el que poco a poco me fui convenciendo de que mis creencias estaban equivocadas. Si alguien se hubiese plantado delante de mi cuando tenía 13 años y me hubiese dicho que era un imbécil y un retrasado, quizá ese proceso no hubiese ocurrido.
Cuando estos insultos se producen, en muchas ocasiones se debe a la frustración. Los escépticos como yo, que hemos luchado contra la irracionalidad desde hace bastante tiempo, sentimos frustración cuando vemos los mismos argumentos erróneos reaparecer una y otra vez. Y ese sentimiento si no se controla lleva a la descalificación. Quizá eso te haga sentirte superior en ese momento, pero no ayuda a conseguir el objetivo final. Cuando alguien es atacado se pone a la defensiva, y esa no es la mejor posición para ser receptivo y racional. No vas a conseguir que alguien cambie de opinión de esa manera.
En tiempos de guerra se necesitan guerreros, pero esto no es una guerra. No tratamos de vencer a un enemigo. Estamos tratando de hacer entrar en razón a otros seres humanos. Y para hacer esto no necesitamos guerreros, necesitamos a diplomáticos.
En algunos momentos de la charla he sentido rubor, ya que yo mismo he protagonizado en alguna ocasión intervenciones de este estilo. Cuando arranqué con el blog, quería que este fuese un espacio abierto a todos, en el que se pudiese discutir sobre creencias, historia, ciencia y magia. Quizá en aquel momento fuese bastante ingenuo, cosa que noté en cuanto los primeros comentarios hostiles y amenazantes empezaron a aparecer. Seguramente eran a consecuencia de la temática tratada, ya que analizaba y desmontaba las afirmaciones hechas en otros blogs. En cualquier caso, y después de tres años escribiendo aquí, me encuentro con que tengo que pararme a pensar la respuesta a la pregunta de Phil Plait. ¿Cuál es el ahora el objetivo de este blog? Sin duda mi objetivo es parecido al de Phil: ayudar a la gente a usar la razón. Pero en muchos casos creo que mi esfuerzo no ha ido completamente en esta dirección. Habrá que tenerlo en cuenta en el futuro.

Tomado  del Blog  La  Mentira está afuera













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